Tras tres derrotas en los últimos cinco partidos, el filial céltico está mostrando su lado más humano. Prueba de ello fue el partido del pasado domingo contra el Rayo Majadahonda, del que salió victorioso el cuadro local. El Celta B sigue dejándose puntos en duelos directos por el ascenso, pues a pesar de que se trata del inicio de liga, los grandes candidatos a disputar el 'playoff' comienzan a mostrar sus garras. El luminoso mostró un resultado de dos a cero, con lo que el equipo vigués desciende hasta la cuarta posición del Grupo I de la Segunda División B, a seis puntos del líder. 

Los onces estuvieron marcados por las múltiples bajas, pues los de Antonio Iriondo no pudieron contar con Jesisson, por rotura fibrilar, ni con Dani Pichín. Tampoco pudo alinear Rubén Alvés a Diego Alende y Brais Méndez, quienes fueron convocados por el primer equipo, ni a Riki Mangana. Sus puestos los ocuparon Iago Martínez, Diego Pampín y Agus Medina. Cabe destacar el gran papel que está llevando a cabo Alvés, ya que viene ofreciendo oportunidades a toda su plantilla.

El encuentro comenzó con una clara disputa del balón en medio campo. Ningún equipo quería dar su brazo a torcer y, por ello, ambos propusieron un estilo de juego en el que la pelota fuera la gran protagonista. Así, las primeras ocasiones amenazaron la portería del Celta B y no tardaría en llegar el primer tanto.

Pasada la media hora de juego, se adelantaron los blanquiazules gracias a un gol de Carlitos. El gaditano lanzó una falta escorada que se vio beneficiada por la gran cantidad de jugadores que se acumularon en torno a Dani Sotres, siendo incapaz este de evitar que el esférico terminase en el fondo de las mallas. Tampoco pudo hacer mucho en el segundo gol, que llegó poco después, pues De Frutos definió a la perfección en el uno contra uno. No tardaría en llegar el descanso.

Tras la reanudación, se vio a un Celta B más intenso y dominador. Sin embargo, el Rajo Majadahonda supo contener a la perfección las llegadas de los celestes, que no lograrían mover el marcador ni tras las entradas de Molina, Pastrana y Aarón Rey. Los locales lograron matar un partido que tuvieron bajo control durante prácticamente los noventa minutos. La derrota supone un duro varapalo para el cuadro gallego, que no aprovechó los empates del Fuenlabrada y del Fabril. Por contra, los madrileños se marcharon de Cerro del Espino con tres puntos muy valiosos y que los aúpan hasta la tercera plaza.

La próxima jornada el filial celeste recibirá en Barreiro al Coruxo, con la intención de disipar las dudas y lograr la victoria. Esperemos que esta mala racha tan sólo sea un bache en la temporada de una plantilla que puede aspirar a todo. En su mano está seguir formando parte de la historia del Celta. El derbi vigués tendrá lugar este domingo, y seguro que podremos disfrutar de buen fútbol y de una buena previa.