En el Sánchez Pijuán se enfrentaban Sevilla y Celta, un partido que a ambos equipos les servía para seguir sumando y acerarse a los puestos europeos de la clasificación. El partido no defraudó, se vio un juego a la altura de las expectativas, acabando con el resultado de 2-1 favorable al equipo local. Un Sevilla que salía con algunas sorpresas en su once, pensando en su importantísimo partido contra el Liverpool en Champions League del próximo miércoles, con ausencias como la de Jesús Navas o Banega, mientras que el Celta salía con su once de gala.

Desde el primer momento ambos equipos salieron al ataque y a presionar. El Sevilla, ejerciendo como local, empezaba más cómodo, ahogando la salida del balón del Celta, que acababa rifando el balón con balones en largo a Maxi Gómez. La premisa de Berizzo comenzó surgiendo efecto, en el minuto 2 el “Mudo” Vázquez tuvo la ocasión de adelantar al cuadro hispalense. Un balón filtrado entre los centrales celestes le dejó en un mano a mano que le paró Rubén haciéndose grande. A las imprecisiones del Celta se sumaba el control casi absoluto del equipo entrenado por Eduardo “Toto” Berizzo.

Con la imposibilidad de salir jugando, Juan Carlos Unzué movió posiciones. Dejando libertad a Iago Aspas, con quien buscaba una superioridad en el centro y jugando entrelineas, llegó la ocasión que acabaría en gol. El Celta empezaba a carburar, y en una falta muy lejana al área, gracias a un preciso centro de Pione Sisto, máximo asistente del Celta, Maxi enganchó un remate de cabeza desde el punto de penalti, imparable para David Soria, que se había quedado a media salida. El sexto gol en Liga del delantero Charrúa.   

Pese a recibir el gol, el Sevilla seguía jugando con la misma premisa. Así llegaron algunas de las ocasiones más claras, casi siempre en las botas del “Mudo” Vázquez, que no encontraba la forma de perforar la portería defendida por Rubén Blanco.

El Celta no se arrugaba, y en el minuto 29 Sisto, tras una jugada ensayada, conseguía marcar el segundo gol, que no subió al marcador por mano en el control previo al disparo.

Pocos minutos después llegó el gol sevillista, en una falta lateral cometida por Jonny sobre Corchia. El alemán Johannes Geis colgaba un balón perfecto para Muriel, que le ganaba la partida al propio Jonny, empatando el partido.

Ataque tras ataque de ambos conjuntos se llegó al final de la primera mitad. Con el susto de una posible lesión de rodilla de Corchia, que en un salto con Jonny cae mal, pero que por suerte acabó siendo una falsa alarma. 

Segunda parte

Con el inicio de la segunda parte, ambos equipos salían con la misma intensidad. Pero fue el Sevilla el que en una de las primeras jugadas se volvía a adelantar en el marcador. Una muy buena carrera de Pablo Sarabia, desbordando a Jonny, ponía un centro para que rematara Nolito al palo contrario de Rubén, que roza el balón pero no impidió que entrara en la red.

Ambos equipos seguían al ataque, el Celta la tuvo en las botas de Maxi Gómez que no supo conectar con el balón en dos ocasiones, y en las del “Tucu”, que aprovechó un fallo de la defensa pero la envió por encima de la meta defendida por David Soria.

Pasaban los minutos y los 22 jugadores lo daban todo en el campo, un partido con mucha intensidad que al final pasó factura al lateral francés del Sevilla. Corchia, que ya había tenido un susto en la primera parte, tuvo que ser sustituido por Kjaer por otro salto con Jonny donde al caer pisó mal. El jugador se retiró por su propio pie, pero acabó viendo el partido con hielo en la parte posterior de su rodilla izquierda.

Juan Carlos Unzué buscaba revertir la situación y apostó por cambiar de esquema, del 1-4-3-3 del inicio a un 1-3-3-4 mucho más ofensivo, con Aspas, Guidetti, Maxi y Brais Méndez en punta. Pero Berizzo supo contrarrestar las intenciones ofensivas del navarro colocando un medio de campo más poblado, con Banega y Michael Kronh-Delhi llevando los mandos del equipo. Un cambio táctico el del argentino que supo anular el ataque celeste.

Con un final muy disputado, el Celta buscaba el empate con balones al área a la desesperada, colocando a sus torres para rematar todos los centros laterales. Mientras, el Sevilla aprovechaba los espacios que dejaban los de Unzué atrás para jugar a la contra.

Pese a los intentos celestes, los tres puntos se quedaron en tierras andaluzas. Un 2-1 que deja tres puntos muy valiosos para las aspiraciones del equipo de Berizzo. Un partido más que empieza el Celta adelantándose en el marcador y acaba perdiendo puntos. Un hecho que se está convirtiendo en algo común este año para los gallegos. 

VAVEL Logo