Eran las nueve menos cuarto del 25 de mayo de 2003, y se disputaba la jornada 35 de la liga. El Celta situado en la cuarta posición de liga, se jugaba un puesto en la Liga de Campeones la siguiente temporada, mientras que a la par, el Deportivo, se jugaba el título de liga, por lo que debía puntuar si o si.

Fue un partido insulso, en donde ninguno de los dos clubes salió a ganar, sino agazapados, a esperar como respondía el rival. El vencedor fue un Celta que en el segundo tiempo de encuentro, consiguió enseñar las uñas y plantarse con un 3-0 al término del encuentro, mismo resultados que se llevaron en Riazor, en la primera vuelta "los turcos".

Y es que la victoria, fueron mas que 3 puntos para su hinchada, ademas de conseguir plaza en la copa de Europa, consiguió evitar que el Deportivo de la Coruña fuese campeón de liga 2003/04, haciendo que un club como era el Deportivo en aquella época se marchase con las orejas agachadas en aquel partido de Balaídos, ante la algarabía de la hinchada celeste. Y es que el Deportivo se marchó de Balaídos incluso fallando un penalti.

La prudencia alumbró toda la primera mitad, en donde el juego del celta se basaba en frenar a Valerón, tanto es así, que Lotina, entrenador del Celta en aquel momento, quitó del once inicial a Gustavo López, para formar un centro del campo con tres medios centros defensivos, José Ignacio pegado a Valerón todo el encuentro, y con Ángel y Giovanella cerrando sus líneas de pase.

Anulado el juego de Valerón, el Deportivo vivió toda la primera parte sin llegar a la portería contraria salvo en una ocasión, cuando Fran cazó un balón suelto. Las precauciones que se tomó Lotina hizo que el único peligro del Celta llegase por parte de ambos laterales, Juanfran y Velasco. Hasta que no se adelantó el celta, la única forma de hacer intentar entrar en juego a Valerón era, haciéndole caer a ambas bandas, aunque en vano, pues José Ignacio lo acompañó.

Un papel importante en el juego fue, el marcador, pues en todo momento tanto el estadio como los 22 jugadores, estaban al tanto de los goles en Mestalla del Valencia-Madrid. A los diez minutos de la segunda parte, un gol del Madrid hizo que el Celta rugiera atacase, y el Deportivo se encogiera.

No habían pasado cinco minutos cuando Jesuli adelantó al celta en el encuentro, y otros cuatro cuando Edu sentenció en el encuentro. El partido fue sentenciado por un tiro tiro libre de Mostovoi que tocó en corto para Jesuli, que realizó un centro al área pequeña donde Edu
remató a placer.

Tarde se produjeron los cambios deportivistas que tanto reclamó la afición deportivista, porque de poco sirvió el tramo final del encuentro que terminó certificando la vena goleadora de Edu y la mala noche de Makaay que falló un penalti que podría cambiar el encuentro.