El abrumador dominio del Celta de Vigo no fue suficiente para lograr tres puntos de oro ante un Espanyol que esperó al conjunto de Unzué durante todo el partido, buscando los errores y encontrándolos. El club gallego dominó la posesión y gozó de las mejores ocasiones para haber logrado los tres puntos, terminando con un 71% de posesión y 18 remates, mientras que los catalanes realizaron tan solo tres, pero la falta de acierto impidió a los de Unzué pasar del empate y se alejan ahora de puestos europeos. La gran actuación de Diego López, con tres paradas espectaculares, dieron vida a un Espanyol contemplativo para no descolgarse en ningún momento en el marcador, mientras que los errores fueron los que condenaron al Celta a perder dos puntos vitales.

El Espanyol se sobrepone al dominio

La primera parte comenzaba con el balón y las ocasiones para el club gallego, como sería a lo largo de todo el partido. Los celestes controlaban el esférico y llegaban con claras intenciones a la portería defendida por Diego López. Pese a todo, una buena combinación en campo local le permitía a Leo Baptistao quedarse solo frente a Rubén Blanco, batiéndolo fácil al palo largo y colocando un tempranero e inesperado 0-1 en el marcador en el minuto 10.

El Celta continúa con su plan

Los de Quique trataban de frenar al Celta aportando intensidad. Tanto es así que en el minuto 11 ya llevaban cuatro faltas cometidas. El conjunto catalán presionaba a tres cuartos con un claro 4-4-2 la salida de balón celeste, buscando errores en la salida de balón. Ante esta situación, el equipo local se mostraba incómodo, y al principio le iba a costar superar estas líneas de presión. Los siguientes minutos se resumen en el control del esférico por parte del Celta, moviendo el balón y tratando de superar la presión ejercida por el equipo visitante, sin muchas ideas para llegar a portería contraria.

Los gallegos se empiezan a acomodar

Pasaban los minutos y el Celta parecía verse más cómodo. Tanto es así, que en el minuto 25 casi se pone el empate en el marcador. El balón llegaría a la cabeza de Maxi Gómez quien, en área pequeña, remata de cabeza, un disparo que fue fácilmente atajado por Diego López. El club catalán combinaba esa presión a tres cuartos con momentos de presión intensa en el área de Rubén Blanco, pero el dominio local era evidente, y se fue resguardando poco a poco en su campo ejerciendo un repliegue a mitad de cancha, esperando al conjunto local. En el minuto 34 llegaría el empate. Una buena y larga combinación de los de Unzué terminaría con el balón en botas de Hugo Mallo, quién pondría un centro medido a la cabeza del uruguayo Maxi Gómez que conseguiría batir a Diego López y poner el empate en el marcador.

Asedio local al final del primer tiempo

La primera parte terminaría como empezó. El Celta seguía dominando y no le daba un respiro a los catalanes. Sin ir más lejos, en el minuto 37 pudo llegar el segundo en las botas, de nuevo, de Maxi Gómez. Tras una buena contra en 3 para 2 para los de Unzué llevada por Iago Aspas, el balón le caería al uruguayo, que remataría, solo, abajo y a palo largo, pero se topó con una impresionante mano del meta visitante para mandar el balón a córner. Pese al dominio, el Espanyol tuvo la suya en el minuto 40 en las botas de Gerard Moreno, quien después de robar en propio campo condujo el balón hasta área rival, una jugada que no pudo culminar con disparo.

Comienzo de la segunda mitad y misma dinámica

La segunda parte comienza igual que la primera. La posesión seguía siendo para el Celta de Vigo, mientras que el Espanyol seguía esperando replegado a los de Unzué en su campo. Los primeros minutos fueron estériles, con pases horizontales del Celta y sin ninguna profundidad, con cero ocasiones por parte de ambos conjuntos. Poco a poco, el partido se iba abriendo, y llegaban ciertas llegadas sin peligro por parte de los celestes, mientras que los de Quique seguían contemplativos, esperando el fallo rival, pero este no llegaba.

Movimiento en los banquillos y generación de ocasiones

Quique Sánchez Flores movía ficha en el minuto 60 con un cambio ofensivo. Se retiraba así Jurado y entraba el delantero Sergio García, manteniendo el 4-4-2 y retrasando a Leo Baptistao hasta el medio del campo, situándose en banda derecha. La primera ocasión clara de la segunda mitad llegaría cuatro minutos después. Tras un gran centro desde banda derecha, remataba de nuevo el de siempre, Maxi Gómez, pero Diego López respondía con una espectacular parada al remate bajo del uruguayo. Tras esta, llegaría un segundo remate de Maxi y otro de Iago Aspas, ambos en área pequeña y ambos repelidos por la defensa visitante. El partido se seguía abriendo poco a poco, y el Celta lograba llegar a área rival a base de centros y juego por las bandas. Por el medio el Espanyol cubría bien y no dejaba huecos para que los jugadores del Celta pudieran atravesar por esa zona. Sin embargo, el juego seguía lento, sin muchas ideas por parte de unos locales que trataban de sacar al club catalán de la cueva y poder así llegar con más peligro a la portería defendida por el portero visitante. Pese a todo, Quique iba a por el partido, y metía un doble cambio para buscar mayor velocidad con la entrada de Piatti por Baptistao. También pasaba al campo Didac sustituyendo a Darder. Unzué también buscaba cambiar el partido y realizaba un doble cambio, metiendo al 'Tucu' Hernández en sustitución de Radoja, y a Emre Mor por Pione Sisto, que estaba siendo el hombre más versátil del partido, a la vez que el más participativo. En ese mismo minuto pudo llegar el segundo para el Celta. Tras un saque de córner, Dávid López “despeja” hacia su propia portería, obligando a Diego López a lucirse de nuevo con un paradón con la pierna derecha para despejar el peligro del área.

Últimos minutos de locura

El partido continuaba con la misma dinámica. Balón para el Celta y el Espanyol a esperar, con llegadas por banda y centros de los primeros. En uno de estos llegaría el que parecía ser el gol de la victoria para el conjunto de Unzué. Tras una buena jugada por banda izquierda de Emre Mor, este pone un centro al área, que cede Iago Aspas de tacón para Maxi Gómez, que culminaría con un gran remate a la media vuelta para mandar el balón al fondo de las mallas y poner el 2-1 en el marcador en el minuto 80 de partido. Tras este tanto, el Espanyol se abrió un poco más, realizando una presión más alta y tratando de arrebatar el balón al Celta. Cuando todo parecía que iba a acabar así, Gerard Moreno ponía el empate en el marcador a tres minutos para el final, que, tras un clamoroso error de marcaje de la zaga celeste, recibía un balón largo a la frontal del área y batía cruzado con un gran tiro a Rubén Blanco. El partido no dio más de si. El árbitro añadió tan solo dos minutos, y el encuentro terminó con el Celta desesperado buscando un gol que le diera unos tres puntos vitales.

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