El Celta B continúa cayendo en la clasificación y no es capaz de dar con la tecla para volver a encontrarse con los tres puntos. Rubén Albés apostó por tres cambios respecto a la anterior jornada, donde sacaron un punto que supo a poco frente al filial del Valladolid. El once estuvo formado por Sotres, Riki, Agus, Costa, Rai, Pampín, Juan Hernández, Álex, Brais, Drazic y Roigé. Las novedades fueron Agus Medina, en la zaga en lugar de Juan Ros; Brais Méndez, que causó baja en la convocatoria del primer equipo con el fin de jugar este partido y el reciente fichaje de Pol Roigé. Los celestes empezaron el encuentro mandando, bien con balón y sintiéndose dominadores en los primeros compases, pero finalmente el sorprendente Rápido de Bouzas terminó alzándose con la victoria.

Tras el buen inicio del filial, Óscar Sielva, a balón parado, lograría subir al marcador el primer tanto de la tarde. Pasaba la media hora de juego pero el Celta B no acusó el golpe. Tan solo cuatro minutos más tarde, Dejan Drazic conseguía el empate tras controlar con el pecho un centro de Brais Méndez. Así llegaron al descanso, donde los jugadores enfilaron el túnel de vestuarios del Baltasar Pujales con todo por decidir.

Con la reanudación, el Rápido de Bouzas dio un golpe encima de la mesa y generó mucho más que en una descafeinada primera mitad. Rubén Albés dio entrada en el minuto 57 a Kevin. De esta forma regresaba el capitán céltico tras dos meses de baja por lesión. Pero la alegría sería corta, ya que en el 64’ Kaxe se encargaba de inclinar la balanza a favor de los aurinegros con el 2-1. El Celta trató, con más corazón que cabeza, de darle la vuelta al electrónico con la introducción de Dennis Eckert y Tià Sastre pero no habría más goles.

El filial se sitúa en novena posición, muy por detrás de cómo empezó la temporada, con 35 puntos. La próxima semana se medirán al CCD Cerceda en Barreiro. Mientras tanto, el Rápido de Bouzas sigue cuajando una encomiable campaña con 45 puntos, colocándose en la tercera plaza.