El RC Celta se ha vuelto a dejar por el camino tres puntos que son vitales para seguir persiguiendo objetivos. El equipo fue claramente superado por el conjunto azulón durante todo el partido, sin darle ninguna opción a los gallegos a lo largo de los noventa minutos. El Celta dominó la posesión, tuvo el balón, pero, como viene siendo habitual, fue una posesión estéril, puesto que no fueron capaces de generar ocasiones claras ni de poner nervioso a Guaita en ningún momento.

El partido comenzaba con un dinamismo que iba a ser constante durante todo el encuentro. Los de Unzué tenían el balón, movían la pelota con un juego lento, tratando de encontrar unos espacios que el Getafe cubriría muy bien durante todo el partido. Los gallegos parecían llevar el peso, pero era todo una ilusión. Poco a poco, el equipo madrileño se iba soltando, ejerciendo una gran presión en la salida de balón visitante combinada con una presión a tres cuartos. Por el medio era imposible atravesar. Los locales atacaban como una jauría de lobos el balón, buscando el robo rápido y unas transiciones veloces y con pocos toques. Fue así como llegó el primer tanto del partido. Un error en el pase de Aspas le hacía llegar el esférico a Amath en el círculo central, que solo tuvo que dársela a Ángel para que este fabricara el gol que pondría el 1-0 en el marcador, batiendo por bajo a Rubén Blanco luego de que el balón golpeara en el pie de un rival. La primera parte terminaría con el único acercamiento peligroso por parte de los visitantes. Un disparo desde la frontal se encontraba con una gran respuesta de Guaita.

El partido estaba más que abierto. Un 1-0 es muy poca distancia, y se esperaba que el Celta reaccionara en la segunda mitad. Pero en los primeros cinco minutos se veía que eso no iba a ocurrir. Los gallegos buscaban un juego más rápido, con pocos toques, pero sin llegar a nada. En cambio, era el Getafe el que gozaba de las ocasiones. Una nueva pérdida en el medio del campo propició el segundo tanto azulón. Tras el robo, el balón le caía a Ángel dentro del área, que solo tuvo que ponérsela a Jorge Molina para que este rematara a placer.  2-0 y partido acabado en el minuto 50. Y acabado porque, a pesar de los cambios, el Celta no tuvo capacidad de reacción. Seguía practicando un juego muy monótono, sin ideas, lento y sobrio, mientras los locales eran los que aprovechaban las contras y los errores celestes para hacer daño a los de Unzué, gozando así de las mejores ocasiones. Llegaría un gol más de las botas, de nuevo, de Ángel. El tinerfeño, solo dentro del área, cazaba con una gran volea un balón llovido del cielo de Madrid para mandar el balón al fondo de las mallas y poner fin al esperpento celeste.

Tras el partido, le tocó dar la cara a Iago Aspas, afirmando que “la sensación es mala. Creo que no ha sido nuestro día”. Acerca de la afición, dijo que “tenemos que darle las gracias a la gente que ha venido hasta aquí, no se merecían esto”. Sobre el juego local, explicó que “ellos se dedicaron a aprovecharse de nuestros errores, y lo hicieron muy bien”. “Al equipo le faltó marcar un gol para coger confianza. No ha sido mi día y tampoco el de mis compañeros. Tenemos que pensar en lo siguiente”, comentó. El objetivo, según Iago, es “ganarle al Eibar y pelear por quitarle la séptima plaza”.

Pablo Hernández, que volvía a la titularidad, también habló, diciendo que “es evidente que no fue el partido que queríamos hacer”, afirmando que “no se pueden bajar los brazos, estamos en una buena posición y debemos seguir peleando”. Acerca del partido, dijo que “el segundo gol nos hizo mucho daño y nos dejó sin capacidad de reacción. Pagamos caro el error”. Sobre su partido, colcluyó que “siempre trato hacerlo de la mejor manera posible”.

En rueda de prensa, también le tocó hablar al técnico navarro, diciendo que se va “preocupado por la segunda parte, no fui capaz de transmitirles a los jugadores que esto no estaba acabado. El equipo ha dejado de competir y de creer en la victoria y eso no nos había pasado nunca”. Sobre el Getafe, dijo que “la derrota es justa. Han sido mejores, sobretodo en la segunda parte”. Acerca del juego del equipo, destacó la imprecisión en el pase y los desajustes defensivos en los goles rivales.

De esta manera, el club celeste pagó muy caros sus errores, dejando escapar tres puntos que pueden ser vitales para alcanzar posiciones de Europa League. El Celta ya encadena tres partidos consecutivos sin conocer la victoria, situándose en la undécima posición con 32 puntos, a seis de puestos europeos. Por delante llegan dos partidos clave para los de Unzué. Eibar y Girona, dos rivales directos que pueden hacer que los gallegos asciendan hasta posiciones más elevadas de la tabla y seguir luchando por el objetivo continental.