El balón por fin echó a rodar en el Nuevo Arcángel y la afición blanquiverde no pudo estar más contenta al ver a su equipo lograr una gran victoria en unas condiciones que no deberían repetirse en Segunda División por un estado lamentable del césped. A pesar de ello, los blanquiverdes fueron los que llevaron el gran peso del partido y supieron aprovechar sus ocasiones para llevarse los tres puntos.

Dominio absoluto en la primera mitad

El partido comenzaría con dos equipos buscando su lugar en el terreno de juego. Nadie parecía dar el paso para hacerse con el control del balón y las idas y venidas serían las protagonistas durante los primeros minutos del encuentro, pero esto no duraría mucho ya que el equipo de Oltra tenía un plan que quería ejecutar lo antes posible.

De la mano de Pedro Ríos y Antoñito, el Córdoba comenzaría a hacer daño por la banda derecha y adueñarse del encuentro con numerosas jugadas, buscando en todo momento a Rodri y Juli en los últimos metros, aunque con poco acierto. 

Poco a poco los once jugadores del Tenerife se iban encerrando cada vez más en su campo viéndolas venir y achicando balones como mejor podían, pero tras varios sustos de los blanquiverdes, llegaría el ansiado primer gol de la temporada. En un buen saque de esquina de Juli, el balón iría volando hasta la cabeza de Luso, quien no conseguiría darle bien, pero en el rebote el esférico quedaría muerto delante de Alejandro Alfaro para que solo tuviese que empujarlo ante un Hernández petrificado.

Momento del gol de Alejandro Alfaro | Foto: LaLiga
Momento del gol de Alejandro Alfaro | Foto: LaLiga                                                                                                                 

Casi media hora había costado marcar el primer gol y, aunque el Tenerife hizo un pequeño amago de respuesta, el Córdoba seguiría aprovechando su superioridad para seguir buscándole las cosquillas a la defensa blanquiazul. El trabajo que estaba realizando Antoñito por la banda, junto al peligro que generaban arriba Juli y Alfaro, estaban creándole muchos problemas a la defensa tinerfeña, quien ya no sabía ni como parar a los blanquiverdes, sin olvidar de cubrir a un Rodri muy activo aunque poco acertado.

Alfaro pudo sentenciar y perdonó

Con la salida del túnel de vestuarios para disputar la segunda mitad, algo cambiaría en el Tenerife. La salida de Cristo le dio más frescura a la ofensiva de los visitantes y sería entonces cuando deberían ponerse las pilas Deivid y Héctor Rodas, aunque siempre con la inestimable ayuda de Edu Ramos y Luso, quienes hicieron un gran trabajo tanto ofensivo como defensivo.

Kieszek en una acción durante el partido | Foto: LaLiga

Los minutos iban pasando y el Tenerife parecía querer encontrar la portería de Kieszek, pero el balón no llegaba a entrar nunca y el Córdoba sabía aprovechar sus jugadas acercándose al área de Hernández, hasta que llegaría el penalti sobre Luso. En un forcejeo con Ruiz, el pivote caería dentro el área y Prieto Iglesias no dudaría ni un segundo en pitar la pena máxima. 

El estadio esperaba el segundo gol que le diese la tranquilidad para asegurar así los primeros tres puntos de la temporada, pero los problemas con el terreno de juego serían uno de los culpables en el final de esta acción. Tras colocar el balón con mimo, Alfaro mandaría el balón a la grada tras levantar hierba y tierra en el punto de penalti, dándole así todavía más vida al conjunto de Martí.

Pero el protagonista del final del encuentro iba a ser otra persona, Pawel Kieszek. El portero polaco, quien debutaba por primera vez en España, sacaría de más de un apuro a los suyos. La más clara sería en un saque de esquina, donde Jorge Saénz remataría de cabeza con mucha fuerza. Cuando todo el mundo se temía lo peor aparecería una mano milagrosa de Kieszek, quien conseguiría dejar su portería a cero para amarrar así los primeros tres puntos y comenzar la temporada en Segunda División con una victoria muy importante.