Fiel a su palabra, el técnico cordobesista José Luis OItra introdujo algunas variantes en el once inicial tal y como ya había anunciado en las ruedas de prensa previas al partido. De esta forma entraban en el equipo titular de partida Edu Ramos, Pedro Ríos y Bergdich en detrimento de Caballero, Guille Donoso y Alfaro. Por su parte, Soriano solo introdujo a Jurado por el sancionado Morcillo, viéndose obligado a retocar su defensa introduciendo al canterano Joaquín como central. 

En los primeros diez minutos del encuentro se vio un Córdoba muy activo y vertical y llegó incluso a gozar de una gran ocasión en los pies de Juli tras un pase filtrado perfectamente por Luso que se marchó fuera de la meta de Casto por muy poco. Por desgracia para los intereses cordobesistas, el cariz del partido iba a dar un giro radical a partir de ese momento. El Almería avisó tras aprovechar un fallo de Bergdich en un pase defensivo para llevar peligro a la meta rival, aunque finalmente entre Kieszek y un atento Caro la jugada no terminó en gol. Apenas un minuto después, otro fallo en la salida de balón por parte de los blanquiverdes provocó una buena jugada de Ximo Navarro. Tras sortear a dos rivales, el ex cordobesista centraba un balón raso que llegó a los pies de Puertas, que cedió al también ex cordobesista Fidel para hacer el primero del Almería. 

El nerviosismo se apoderó de la escuadra blanquiverde, que apenas podía jugar el balón en corto en la parcela ancha del terreno de juego. Completamente abrumados por los almerienses, el Córdoba se limitó a buscar en largo a Rodri con balones muy imprecisos que siempre morían en la defensa rival. Aprovechando la conyuntura, el Almería volvió a hacer sangre con un espléndido gol de Quique, que sorteó con un auto pase a un lento Bijimine para hacer el segundo tanto, superando la salida de Kieszek. 

Aunque a partir de este segundo gol el Córdoba intentó tener algo más la posesión del balón, disponiendo de un par de centros por la banda izquierda, su calvario particular no iba a terminar ahí. En el minuto 38 el Córdoba recibía el tercero a la salida de un córner tras un certero remate de cabeza de Fran Vélez, llevando el delirio a una grada poco acostumbrada a tanta holgura en el marcador. Casi sin creerlo, el Córdoba lograba acortar diferencias antes del final del primer acto gracias a un gol en propia puerta de Trujillo en el minuto 44, tras golpear un balón mal controlado en el área por Rodri hacia su portería.

Obligado por la situación, el técnico cordobesista daba entrada a Alfaro y Piovaccari sustituyendo a Edu Ramos y Pedro Ríos en el comienzo del segundo tiempo, buscando un milagro que estuvo lejos de producirse. Aprovechando su físico, el italiano puso en apuros a la defensa almeriense en algunos balones divididos tras un buen arranque, pero la desgracia se cebó con los blanquiverdes al tener que ser sustituído por Guille Donoso, aquejado de problemas musculares. 

En esta fase del partido el Almería se limitó a esperar un contragolpe para apuntalar el marcador, que tuvo Dubarbier en sus botas hasta en dos ocasiones, mientras dejaba pasar los minutos ante un inoperante Córdoba, que apenas se acercó con peligro a la meta defendida por Casto. Partido cómodo para los almerienses ante su público frente a un preocupante Córdoba, que no sólo no consiguió romper su mala racha, sino que volvió a mostrar su peor cara ante un rival que la clasificación mostraba como asequible, despercidiando una ocasión de oro para engancharse por en la pelea por la zona noble.