El año 2017 para el Córdoba CF es sencillamente un año para olvidar. La temporada pasada se coqueteó con el descenso y a última hora, y gracias a una recta final bastante buena, se consiguió salvar de la quema, quedándose al final de la temporada en la décima posición, con 55 puntos, a ocho puntos de playoff y a siete del descenso.
Annus Horribilis
Comenzó el año bastante mal, no consiguiendo la primera victoria hasta el 24 de febrero en casa ante la AD Alcorcón. Cerró la temporada 2016/17 con ocho victorias, seis empates y nueve derrotas. Los 13 puntos conseguidos en las últimas cinco partidos, cediendo sólo un empate ante el Cádiz en el Ramón de Carranza, hicieron que la temporada se salvara. Tras la salvación estaba clara la revolución en la plantilla, o la “limpia” como se dio en llamar. Salieron algunos nombres que estaba claro que lo harían, pero hubo otros cuya salida fue dolorosa tanto en lo profesional como en lo personal. Nombres como Luso y sobre todo el del capitán Deivid, que curiosamente contrajo matrimonio y al día siguiente se encontró “el regalito” del Córdoba anunciándole la rescisión de su contrato. Esta baja no fue entendida por una afición que veía a Deivid como uno de los pilares sobre los que asentar el nuevo proyecto.
En el banquillo comenzó el año Luís Carrión tras la destitución de José Luís Oltra en el mes de noviembre de 2016 y, a pesar de estar muy cuestionado y ser habitual la sonora pitada en casa cada vez que sonaba su nombre por el marcador, Carrión terminó la temporada y sorpresivamente fue confirmado como técnico para la presente temporada. Esta decisión no fue nada bien recibida por la afición que siempre ha visto a Carrión como de la cuerda del máximo accionista y por ello no le discutía nada.
En la parcela deportiva llegó Alex Gómez para sustituir al dimitido Emilio Vega. Los fichajes, este año sí, llegaron con tiempo, incluso llegaron 5-6 de una tacada, en una cascada de fichajes una tarde veraniega. Dichos fichajes fueron más hombres que nombres pues ninguno de ellos salvo la vuelta del hijo pródigo Fernández hizo crear una ilusión desmesurada en una afición para los que el lema de la campaña de abonados “Delirios de Cordura” no hacía presagiar una gran temporada. Desde el club se empeñaban en insistir en el salto de calidad de la plantilla, mucho más compensada que el año anterior y con nombres contrastados a la par que indicando que otros iban a sorprender. Además se dio la novedad de que se pagaron traspasos, como fueron el caso de los 500.000 € pagados a Osasuna por Jaime Romero, o los 400.000€ abonados al Albacete por Jona Mejía.
| ALTAS |
Alex Vallejo - (Mallorca, Libre) |
| BAJAS |
Alberto Quiles - cedido a UCAM Murcia |
La pretemporada fue inmaculada, con ocho victorias en los ocho encuentros disputados y llegó el primer partido de liga, donde el Comunity Manager del Club puso un tweet bastante desafortunado en el que al primer rival, el Cádiz CF, le indicaba “ocho victorias en ocho partidos, estáis avisados”. El primer partido se saldó con una holgada victoria amarilla tirando por tierra el tweet tan eufórico.
La temporada entró mal y el año se ha terminado de manera desastrosa con un Córdoba que ha sido colista durante varias jornadas, con unos número de descenso asegurado. Luís Carrión fue destituido, llegando Juan Merino al banquillo, durando en el mismo siete partidos, en los que no consiguió la victoria. Fue sustituido por el técnico del filial Jorge Romero, que en sólo tres partidos ha conseguido cinco puntos, obteniendo la ansiada primera victoria tras once partidos sin ganar.
Quizá la gran noticia para el cordobesismo ha llegado a final de año, concretamente el 20 de diciembre cuando se hizo pública la venta de las acciones de Carlos Gónzalez a Jesús Prieto y Luís Oliver. Con esta venta termina una tortuosa etapa de desencuentros con el otrora máximo accionista, que estaba totalmente de espaldas a la afición, a las instituciones, y en general a todo el que se le pusiera por delante y no compartiera sus tesis.
El último capítulo de este desencuentro tuvo lugar en los prolegómenos del partido ante el Rayo Vallecano, donde la afición literalmente “rodeó el Arcángel” uniendo sus manos para demostrar a Carlos González y a su hijo Alejandro, que el cordobesismo está unido.
La llegada de la nueva propiedad vuelve a llenar de ilusión a un cordobesismo que estaba cada vez más alejado de su equipo. Se espera la llegada de un nuevo entrenador, de 5-6 fichajes, que supondrán la salida de otros tantos integrantes de la actual plantilla, incluso la puesta en marcha de un abono de segunda vuelta que haga que la afición vuelva a acercarse a su equipo.
La afición espera que el año 2018 traiga la salvación del equipo, de un equipo que según el antiguo máximo accionista era un equipo top y un poco más y pasa a ser un equipo KO.
