La decisión de la continuidad de Jorge Romero en el banquillo
blanquiverde
está en manos de la directiva, con la llegada de Jesús León y el cambio de cara que se le ha visto al equipo, parece que la situación ha cambiado y en pocos días se sabrá el veredicto, hasta entonces, aquí hay algunos de los argumentos para su continuidad, o no, en el banquillo del Córdoba.

Jorge Romero, el hombre indicado (Javi Guerrero - @javi_gt2000)

Mucho se ha hablado en estos últimos días de la continuidad o no de Jorge Romero, el entrenador que tomó cargo del banquillo blanquiverde hace ya dos meses y que, con su filosofía de trabajo, con el trato cercano que sus jugadores elogian y con el cambio de actitud que le ha dado al equipo, está claro que se ha ganado el cariño de la afición.

A pesar de su juventud, con tan solo 33 años, Jorge ha conseguido darle un cambio de aires al equipo, que no siempre se ha convertido en victoria, pero que sí ha sabido convencer a la afición y lo que es más importante, a la plantilla. Jorge había sido entrenador del filial blanquiverde durante la temporada pasada y parte de esta temporada, pero asumió el mando del primer equipo tras la destitución de Juan Merino.

Uno de los argumentos más fuertes para la continuidad de Jorge en el banquillo es algo que la afición llevaba demandando años y años, y que ahora con la actual directiva y con él de entrenador se está haciendo realidad, y no es otra cosa que tener gente de la casa en el club, gente de Córdoba, gente que de verdad sienta los colores blanquiverdes y que sepa que es este club. A su vez, su cercanía con el público, y su total compromiso con la entidad han hecho que la crítica hacia el entrenador sea muy difícil, se podría decir que prácticamente imposible.

Hay que recordar que Jorge Romero cogió al Córdoba hundido, último en la clasificación y con un pesimismo del que parecía casi imposible de salir, y hoy en día ya ha hecho disfrutar a la afición de dos victorias en casa, algo que ni Carrión ni Juan Merino habían conseguido. Tampoco hay que olvidar uno de los mejores regalos de Navidad que la afición blanquiverde ha tenido, y es ese 5-0 que se consiguió ante el Reus en lo que es sin duda el mejor partido de los califas en lo que va de temporada.

Las últimas palabras de Oliver y los rumores de la prensa sitúan a Jorge mas fuera que dentro, pero sin duda su colaboración, compromiso y actitud con el club está siendo perfecta, manteniéndose al margen y haciendo su trabajo, intentar llevar al Córdoba hasta la salvación.

La oportunidad para Jorge Romero sigue en pie, y hasta que por parte de la directiva no se diga lo contrario, es el hombre indicado para liderar a este Córdoba hasta la salvación, y tiene en sus manos obtener un billete muy valioso para ascender como entrenador y para hacerse un hueco entre las grandes promesas del mundo de los banquillos.

Entrenador nuevo, ¿victoria segura? (Alex Balsera - @alexbalsera98)

Cierto es que el joven Jorge Romero ha conseguido mejorar los números y las sensaciones de los entrenadores que han pasado esta temporada por la entidad blanquiverde. Tanto Carrión como Juan Merino han resultado ser una decepción y se han hundido junto al Córdoba en el descenso. Sin embargo, la juventud va unida a la experiencia, y llevar apenas un año entrenando en Segunda B es a lo máximo que ha aspirado el entrenador cordobés en un banquillo de fútbol profesional.

Su incapacidad para gobernar una plantilla estancada en la depresión es lógica. Para controlar un equipo a la deriva, más en el pozo que en la categoría de plata, a diez puntos de la salvación y con el golaverage perdido con la mayoría de los equipos rivales, la clave está en el director de la orquesta. Un jefe que imponga dureza, dinastía, ideas claras, trabajo y más trabajo. Vistas estas características, el juego de este Córdoba es bastante contrario a todo. Un planteamiento tan débil físicamente como tácticamente, con unos cambios sin sentido en vista más para contentar a una afición medio ilusionada, que en ganar el encuentro. Si no, que se lo pregunten a José Antonio Reyes, que con un físico deprorable participó más de 30 minutos en la derrota frente al filial del FC Barcelona. De hecho, mencionando a Reyes, cabe destacar que es un año mayor que su entrenador, dato que evidencia la falta de imposición que puede demostrar Jorge Romero ante un banquillo como el del Córdoba CF.

Incluso a un currante de este oficio como Joaquín Caparrós le gusta este Córdoba. En el palco de la tribuna de El Arcángel se le vio la pasada jornada, esperando ya esa llamada del nuevo proyecto de Jesús León para salvar a esta querida institución. Don Caparrós, un entrenador con mil batallas, con ascensos en Recreativo de Huelva y Sevilla FC, autor del resurgimiento del equipo hispalense y creador de jugadores como Sergio Ramos, Daniel Alves y José Antonio Reyes. Devolvió al Athletic de Bilbao a Europa, salvó a Mallorca y Levante del descenso, subcampeón de Copa del Rey, subcampeón de la Supercopa de España...Un entrenador de Primera División, con dilatada experiencia para revivir a un conjunto a la deriva, que sabe controlar una plantilla desanimada y con un juego necesario para las aspiraciones del equipo. Un juego defensivo para la peor defensa de la categoría.

Pero al fin y al cabo, hay entrenadores y entrenadores. Lo que está claro es que la capacidad de superación es necesaria, y las situaciones delicadas se solucionan con madurez y trabajo. La directiva ha iniciado su revolución en la plantilla, y debe continuar esa revolución en lo táctico. Jorge Romero, ideal para ese filial blanquiverde al que ya salvó y que tanto le necesita dada su delicada posición en la tabla. Tan joven, no debe arruinar su prometedor futuro en este duro oficio, y mientras, como capitán del barco, es fundamental imponer un jefe capaz de sacar esta misión imposible adelante.