En el equipo cordobés, lo de entrenador nueva victoria segura parece que no funciona, y el equipo califal volvió a sufrir una durísima derrota en El Arcángel en los últimos minutos del partido ante un Granada que aportó mas corazón que fútbol. 

Buena primera parte del Córdoba.

El equipo local, que salió con novedades en el once como fue la entrada de Jesús Valentin en el mediocentro junto a Edu Ramos, o la baja de Javi Lara del once inicial, jugó una primera parte de mérito, en la que parecía que los tres puntos podían quedarse en El Arcángel. El partido del equipo nazarí en los primeros 45 minutos fue inteligente, y creando mucho peligro cuando llegaba a la portería del arquero cordobesista, con ocasiones como la de Machís o Pedro en los primeros compases del partido, sin embargo el Córdoba supo neutralizar dichas ocasiones y tirando de orgullo y ayudados por la afición lograban crear peligro en la portería de Javi Varas. Los primeros acercamientos del Córdoba fueron por parte del delantero mallorquí Sergi Guardiola y Jovanovic.

En el minuto 10 de partido se produjo un punto de inflexión para el equipo local ya que uno de sus mejores jugadores, Narváez, caía lesionado en los primeros minutos por un golpe duro en la espalda, lo que obligaba a Sandoval a realizar el primer cambio en las filas cordobesistas, entraba Alfaro en sustitución del ya mencionado Narváez.

La afición seguía empujando al equipo local y veía como las ocasiones se iban generando una tras otra, y en el minuto 30, el extremo derecho Jovanovic mandaba fuera una clara ocasión delante de Varas, su disparo se iba desviado a la derecha de la portería del conjunto nazarí, era hasta el momento la mejor ocasión del partido.

Pero fue en el tiempo de descuento de la primera parte, cuando Alfaro, tras una gran jugada con Guardiola batía a Javi Varas por la derecha y ponía el 1-0 en el marcador del estadio cordobesista en lo que era uno de los mejores goles del Córdoba en El Arcángel en todo lo que va de temporada. Así, con el 1-0, se llegaba al descanso en el feudo cordobés, la afición terminaba la primera parte animando a su equipo, parecía que todo iba a salir bien por fin.

Segunda parte de caos.

Todo cambió tras el paso por los vestuarios, y en la segunda parte, el Granada mostró una cara totalmente distinta a la que había mostrado en los primeros 45 minutos de partido. El equipo dirigido por José Luis Oltra se hizo rápidamente con el centro del campo y el equipo blanquiverde no podía hacer otra cosa que encerrarse atrás, esperar a que pasara el tiempo y defender. Los primeros minutos de la segunda parte parecían manos o menos controlados por el equipo califa, aunque el dominio y la posesión de balón eran claramente nazarí. El físico del equipo cordobés y las acometidas a las que se veía sometido, hacían que el gol visitante estuviera más y más cerca, ya que solo Kieszek era capaz de evitar el tanto rojiblanco.

Los cambios de Sandoval apenas surgieron efecto, la entrada de Araujo, que parecía perdido durante todo el partido no mejoró el ritmo del Córdoba y tampoco lo hizo la entrada de Reyes, que sigue sin mostrar lo que se esparaba de él en Córdoba.

Hasta que en minuto 83, una espectacular jugada de Machís, uno de los mas destacados del partido, puso el empate en el marcador con un duro golpeo desde fuera del área que hacía imposible la estirada del arquero cordobesista. A raíz del gol, el equipo local se vino claramente abajo y agazapado, una jugada por la banda derecha, y tras un centro mal defendido por la defensa blanquiverde, Pierre K. ponía el 1-2 en el marcador y condenaba de nuevo al Córdoba, que veía como de nuevo, tras no realizar un mal partido, se le escapaban los puntos en casa.

El próximo rival del equipo califa será de nuevo en casa, esta vez contra el Valladolid, el domingo a las 12 de la mañana, con la considerable baja de Narváez. Volverán las ofertas de retirada de entradas para los socios por lo que se prevee que se vuelva a llenar El Arcángel. Al equipo cordobés le quedan pocas balas, la salvación se coloca ya a 13 puntos, y si aun hay opciones, pasan por ganar a los pucelanos.