Sus inicios en el equipo maño no fueron los esperados. Le resultó muy difícil adaptarse al juego del Real Zaragoza con Javier Aguirre pero tras la destitución del técnico mexicano, asumió un buen nivel con Manolo Jiménez.

Comenzó su andadura en el mundo futbolístico en el Varzim, un equipo muy cercano a su pueblo natal, Vila do Conde. Al ser un alumno aventajado de las canteras de este pequeño equipo portugués, no tardó en llamar la atención de uno de los grandes de la Liga Zon Sagres, el Oporto. Fue subiendo escalones en el fútbol base de Os Dragoes hasta llegar a debutar con el primer equipo en 2001. Su excelente temporada en el Porto B consiguió que Octávio Machado pensara en él para completar el ataque del principal equipo Portista.

Es con José Mourinho en el cargo cuando Hélder Postiga comienza a ser un nombre conocido en el fútbol internacional. Marcó trece goles en la temporada 2002-2003, siendo casi la mitad de esos tantos en la Copa de la UEFA que acabarían ganando ante el Celtic de Glasgow en el Estadio Olímpico de la Cartuja. Hélder no disputó esa final en la que destacó su compañero en la línea atacante, Derlei.

En estas dos campañas con el Oporto, cosechó un campeonato liguero portugués y la Copa de la UEFA mencionada anteriormente.

Paso fallido por Inglaterra

Siendo una de las estrellas con más potencial de principios del milenio, Hélder Postiga decidió probar suerte en una de las mejores ligas del mundo, la Premier. El Tottenham pagó nueve millones de euros por él. A los 21 años tenía el mundo a sus pies y pensó que lo mejor para mejorar era mudarse a uno de los campeonatos más exigentes. El entrenador del Tottenham en ese momento, Glenn Hoddle comentó: “Es un jugador que añadirá calidad a nuestra línea de ataque y estoy seguro de que nuestros aficionados disfrutarán viéndolo esta temporada y las siguientes”.

"Estoy seguro de que nuestros aficionados disfrutarán viéndolo esta temporada y las siguientes” 

Hoddle se equivocaba. La jugada le salió mal a las dos partes. Puede que por su juventud o por el cliché que impera en la Premier de ‘los delanteros extranjeros no rinden bien en Inglaterra’, Hélder no consiguió adaptarse al juego inglés. Siempre estuvo un escalón por debajo de los otros tres arietes de los Spurs: Frederic Kanouté, Robbie Keane y Jermain Defoe.

Tras una campaña insulsa del luso, el Tottenham intentó enmendar su error y decidió que lo mejor para las dos partes sería que Hélder Postiga volviera a Portugal.

Retorno a Portugal

El Tottenham quería hacerse con Pedro Mendes y deshacerse de Hélder Postiga. El Oporto vio bien una operación de intercambio directo de jugadores.

En las cuatro posteriores temporadas de Postiga en el Oporto, continuó su mal nivel. Tanto es así que, a principios de 2005, el nuevo entrenador de Os Dragoes, Co Adriaanse, lo envió a entrenar al equipo B.

La titularidad con la selección portuguesa hizo que buscara una salida a esta mala racha. El Saint-Étienne le ofreció la oportunidad de jugar media temporada en el conjunto galo. Siguió sin tener ese acierto de cara al gol y solo consiguió anotar dos tantos. Pese a su mal rendimiento, entró en los planes de Luiz Felipe Scolari y disputó el Mundial de Alemania 2006.

Tras su participación en el campeonato del Mundo, regresó a la Zon Sagres. Los cambios en el banquillo del Oporto volvieron a propiciar esa oportunidad de triunfar que Postiga creía haber perdido. El atisbo de mejora del delantero duró solo media temporada ya que acabó perdiendo el puesto en el equipo titular, que acabó en manos del brasileño Adriano.

En su última temporada en el Oporto tampoco acaba de cuajar en el cuadro titular. Así que decidió probar fortuna en el Panathinaikos griego. Ahí tampoco da con la tecla y continuó con su sequía goleadora.

En 2008 cambia las franjas blanquiazules por las verdiblancas. El Sporting de Lisboa le esperaba con la esperanza de que volviera a resurgir de sus cenizas. No fue así y dejó un mal sabor de boca en la capital portuguesa. Siguió sin establecerse como la referencia en ataque y acabó perdiendo su puesto en favor del canterano Carlos Saleiro.

Última oportunidad en Zaragoza

En el último día del mercado veraniego de fichajes de 2011, Hélder Postiga abandonó el Sporting de Lisboa y decidió probar suerte en España. El Real Zaragoza fue el destino escogido.

En la capital maña consiguió esa regularidad que tanto ansiaba. Tardó en lograrla ya que bajo el mando de Javier Aguirre no llegó a ver puerta hasta la octava jornada, después de que le anularan tres goles en tres partidos consecutivos. Además, seguía sin convencer a los aficionados ni al resto del equipo. Tras la destitución del entrenador mexicano por los malos resultados del conjunto, Manolo Jiménez tomó riendas del conjunto aragonés y con el andaluz Hélder Postiga fue determinante. El atacante luso consiguió el segundo tanto ante el Getafe que selló la permanencia del Real Zaragoza en la Liga BBVA.

Este curso se está viendo al mejor Postiga. De momento lleva ya diez goles en competición liguera, dos de ellos los marcó en el encuentro entre Zaragoza y Deportivo de la primera vuelta. Está cerca de lograr su mejor registro anotador de trece goles, conseguido con el Oporto hace diez temporadas.

Hélder Postiga cumple el estereotipo de la promesa que al final no ha llegado a lo esperado. Puede que su paso por Inglaterra le hiciera más daño que bien y que le haya acompañado durante su carrera al sufrir varios cambios en los banquillos de los equipos en los que militaba, mermando su confianza. Aun así, el delantero del Real Zaragoza sigue siendo un delantero que puede llevar peligro a la defensa deportivista.