Perder en el Calderón se ha convertido en una costumbre anual para el Deportivo, como disputar el Teresa Herrera en Agosto o recordar el ´Centenariazo` cada 6 de Marzo. Sin embargo, el equipo coruñés estuvo cerca de romper la tradición este domingo, pero el imperdonable error de Fajr en el descuento de la primera parte finiquitó las escasas opciones blanquiazules. Hasta ese momento el Dépor supo neutralizar el ataque Atlético, y dos jugadores colchoneros habían sido sustituidos por lesión. Además, los de Simeone se enfrentaban al Dépor justo después de jugar contra el Barça y tres días antes de medirse al Bayern de Munich en Champions League.

Así que la oportunidad, el juego y las circustancias favorecían al conjunto de Garitano, que presentó un once con cinco cambios respecto a los titulares que se enfrentaron al Leganés. El técnico vasco eligió esta jornada para introducir variantes en un conjunto cansado por la acumulación de partidos en pocos días. Laure debutó esta temporada, Navarro volvió tras su lesión, Guillerme relevó a Mosquera, Fajr recuperó la titularidad y Borja Valle tuvo su primera oportunidad en el once en detrimento de Marlos Moreno.

Orden defensivo y protección del balón

Los cambios en la alineación no mermaron la cohesión del Dépor, que se mostró como un conjunto muy bien organizado durante todo el partido. Los primeros cuarenta y cinco minutos pasaron sin demasiados sustos para la zaga gallega, y la disposición 4-4-1-1 se desplegó armónicamente por el terreno de juego, cerrando vías de pase de tal manera que hasta Griezmann tuvo que retrasar su posición para ayudar en la creación ofensiva de su equipo.

Este buen hacer defensivo no impidió que el Atlético tuviera varias oportunidades de marcar, pero sí limitó la generación de ocasiones a las mínimas de un contendiente de su categoría. Cuestión diferente fue la parcela atacante. Ahí la presencia deportivista fue testimonial, ya que no logró contragolpear a su adversario. Primero porque en la primera parte prefirió conservar el balón, y luego porque con diez jugadores fue incapaz de hacerlo.

Aun así tuvo un par de buenas ocasiones de gol, en las que Borges volvió a jugar un papel principal con sus incorporaciones al área contraria. Por su parte, Emre Çolak volvió a dirigir la orquesta coruñesa con clarividencia y calidad. La mediapunta ya tiene dueño.

Resistir hasta morir

Todos los jugadores del Dépor se implicaron en la tarea de evitar que la superioridad númerica colchonera se tradujera en una goleada. Este esfuerzo merece ser reconocido, y puede servir de punto de apoyo para la recuperación anímica y futbolística del equipo gallego. Aguantar el empate frente a un aluvión ofensivo liderado por jugdores de talla mundial como Filipe, Griezmann o Gameiro era casi una quimera, pero no así resistir con dignidad.

El toque de corneta de Simeone atrincheró a la zaga herculina, que sólo falló cuando lanzó mal la línea de fuera de juego en el tanto de Griezmann. Al igual que ocurrió contra el Leganés, el tanto rival llegó producto de una mala coordinación al sacar la defensa para dejar en fuera de juego al contrario, una acción defensiva muy habitual en el Dépor de Garitano. En esta ocasión el que rompió la línea fue Albentosa, pero toda la plantilla tiene que trabajar para perfeccionar este aspecto del juego.

Mención de honor para Germán Lux, cuyas milagrosas paradas evitaron el 1-0 en numerosas ocasiones. El guardameta argentino desafió a sus críticos con un gran encuentro, y luego ejerció de capitán criticando sin paños calientes la mala decisión de Fajr. El franco-marroquí debería aprovechar estas semanas de descanso para centrarse, bajar las revoluciones de su juego y encontrar al futbolista que fue la pasada temporada. Sus cinco minutos de locura ajusticiaron a un Dépor que sigue perseverando ante la adversidad.