Temporada 2011/12. Dos históricos como Celta y Deportivo luchan en la dura Segunda División por lograr una de las tres plazas que da el ascenso a la máxima categoría del fútbol español. Para el equipo vigués esta sería su quinta temporada consecutiva en la división de plata. En cambio, los coruñeses venían de sufrir un descenso la pasada campaña tras 20 años en Primera. 

15 de abril de 2012. Jornada 34. El Deportivo llegaba al derbi en Balaídos como líder de la tabla. Por su parte, los de Paco Herrera ocupaban el tercer puesto en la clasificación. Así, el derbi pasaba a convertirse en un partido a vida o muerte, más que nunca, debido a la necesidad de ambos conjuntos de lograr llevarse los tres puntos puesto que al terminar el enfrentamiento tan solo restarían ocho fechas del campeonato.

Parte de la afición coruñesa en Balaídos | Foto: Ana
Parte de la afición coruñesa en Balaídos | Foto: Ana Baría

La afición coruñesa sabía de la importancia del partido y realizó un desplazamiento masivo al sur de Galicia. Trenes, autobuses, coches particulares. Todos los transportes posibles se llenaron aquella mañana de abril. Lamentablemente, horas antes del partido se produjeron graves incidentes en los aledaños de Balaídos.

Aledaños de Balaídos | Foto: Blog Red Firm
Aledaños de Balaídos | Foto: Blog Red Firm

Minutos antes del pitido inicial, Balaídos mostraba al cielo de Vigo un mosaico con los colores blanco y celeste. Por su parte, la afición deportivista se hacía notar en la grada visitante. El Celta salía con: Yoel; Hugo Mallo, Oier Sanjurjo, Túñez, Roberto Lago; Oubiña, Alex López, Quique de Lucas, Joan Tomás, Orellana; Iago Aspas. El once del Deportivo lo formaban: Aranzubía; Laure, Colotto, Ze Castro, Morel; Alex Bergantiños, Juan Domínguez; Bruno Gama, Valerón, Guardado; Riki.

Pitido inicial. Comenzaba el derbi gallego. Minuto dos de partido. Valerón la toca para Alex Bergantiños, este se la cede a Juan Domínguez. El canterano gallego, a punto de caerse al suelo, manda un pase en profundidad a Riki. El madrileño no lo duda y ante la salida de Yoel realiza una vaselina por encima del meta rival para mandar el esférico al fondo de las mallas de Balaídos. Riki calentaba a la afición rival mandándoles callar. Valerón lo tenía claro. Medio gol había sido de Juan Domínguez y así se lo hacía saber en la celebración. El Dépor se ponía por delante en el marcador a los dos minutos de partido, dejando claras sus intenciones de llevarse los tres puntos.

Riki manda callar a la afición rival | Foto: PontevedraIncondicionales.com
Riki manda callar a la afición rival | Foto: PontevedraIncondicionales.com

El resto de la primera mitad tuvo como protagonista a un Celta en busca del empate. Los coruñeses apenas tuvieron una ocasión en la que acercarse a la meta rival. Así se llegaba al descanso del partido con el 0-1 en el luminoso. La segunda parte comenzó con un Dépor más fuerte en ataque y que intentaba solucionar el partido anotando el segundo. Llegaría el gol en el minuto 60 gracias a Lassad. Guardado le da la asistencia a su compañero que se aprovecha de un error en la defensa viguesa para buscar la portería del Celta. Yoel no pudo hacer nada y encajó el segundo. 

El Celta reaccionó mediante Quique de Lucas cinco minutos después del gol de Lassad. Tras un pase de Orellana, el mediocentro vigués se da media vuelta y anota el 1-2 tras un remate complicado. A falta de ocho minutos para el final del derbi, de Lucas lanzaba una falta que Aranzubía no lograba despejar y, tras dos rebotes, Catalá hacía el 2-2.

De poco sirvió el esfuerzo del Celta. Minuto 90. Guardado lanza una falta. En el segundo palo Colotto remata de cabeza, el balón parece dirigirse fuera del campo pero acaba dando en el larguero. Después del impacto en el travesaño, Borja mandaba el esférico de cabeza al fondo de la red, desatando así la locura en la grada visitante. Era el 2-3, con el que finalizaría el encuentro. 

Borja celebra el tanto de la victoria | Foto: El Ideal Gallego
Borja celebra el tanto de la victoria | Foto: El Ideal Gallego

Con estos tres puntos, el Dépor aumentaba la distancia con sus perseguidores y se reafirmaba en la primera posición, haciendo soñar a la afición con el regreso a Primera. El resto, como dicen, es historia.