13 jornadas han transcurrido desde el inicio de la competición liguera de Primera División en la que milita el Real Club Deportivo de La Coruña. 15 son las que lleva jugadas su filial en el grupo I de Tercera División. Los objetivos de ambos conjuntos son diferentes. Los veteranos buscan la permanencia un año más en la máxima categoría del fútbol español. Por su parte, los jóvenes herculinos pretenden conseguir el ansiado ascenso a Segunda División B que llevan persiguiendo más de un lustro. Mismos colores y mismo escudo, pero distintas trayectorias hasta el momento en sus respectivas competiciones.
La primera plantilla, la cruz
19 de agosto. Esa ha sido la fecha en la que el primer equipo deportivista ha comenzado la competición de Liga. Su debut liguero lo hizo con victoria a la Sociedad Deportiva Eibar en el Estadio Municipal de Riazor con los goles de Pedro Mosquera y Lucas Pérez, actual jugador del Arsenal de Wenger. Pero el Dépor no volvió a conocer lo que es sumar tres puntos hasta más de un mes después con la victoria al Sporting de Gijón también en el coliseo coruñés. Y hasta ahí. Dos victorias de trece posibles. Además, de esos dos choques en los que salió laureada, la plantilla de Gaizka Garitano empató en cuatro ocasiones y perdió un total de siete encuentros. Llevan 13 goles a favor y 23 en contra con una portería que parece no tener un dueño fijo. Es el cuarto equipo menos goleador de La Liga y el séptimo más goleado, empatado con el Celta de Vigo. Esto le hace situarse en la posición número 17 de la tabla de clasificación con 10 puntos, cuarto por la cola.
La falta de gol se debe al poco acierto de cara a la portería rival de Florin Andone, la referencia en ataque del club herculino. El rumano no ha visto puerta hasta el duelo frente al Granada Club de Fútbol, hace tan solo dos jornadas. Bien es verdad que su racha ha cambiado, el equipo cuenta con muchas caras nuevas y que necesitan amoldarse, pero los números empiezan a ser alarmantes. No tanto las sensaciones, ya que el equipo deportivista cada vez muestra un mejor fútbol en los encuentros que disputa. La confianza en el conjunto debe basarse en eso, en esperar a que la plantilla logre materializar esas buenas sensaciones en unos partidos que acaben con la consecución de los tres puntos. Dos tercios de la competición quedan para que los herculinos puedan lograrlo.
El Fabril, la cara
21 de agosto. Dos días más que la primera plantilla tardó el filial deportivista en comenzar la competición doméstica. Los de Cristóbal Parralo llegaron y besaron el santo en la temporada 2016/17. Nada más y nada menos que cinco goles a uno acabó el encuentro de debut en Liga contra la Sociedad Deportiva Compostela. Tras esto, llegó la primera derrota en la temprana jornada dos: uno a dos ante el Bergantiños en Abegondo. Tampoco vencieron al Club Silva en el derbi coruñés de la siguiente jornada, aunque sí fueron capaces de arañar al menos un punto con un doloroso empate de penalti de los visitantes en Abegondo en el último suspiro del choque. En la jornada cuatro remontaron el vuelo y ganaron al CD Barco en su primer partido como visitantes por dos goles a tres. Los siguientes partidos se saldaron con vaivenes en los resultados deportivistas dando lugar a un balance total hasta la fecha de ocho victorias, dos empates y cinco derrotas.
En cuanto a las cifras, los de Parralo han recibido un total de 17 goles en contra y 30 a favor. Sin duda, una gran labor la de la portería fabrilista al conseguir que su equipo sea el quinto conjunto menos goleado de la competición. Igualmente, los jugadores de campo herculinos han logrado que el Dépor B sea el conjunto más goleador empatado a tantos con el CCD Cerceda. Con todo esto, el filial blanquiazul se sitúa con 26 puntos en la quinta posición de la tabla, a un punto de los puestos de playoff a Segunda División B con todavía 23 jornadas por delante para lograr el objetivo.