No empezó con buen pie Jose Luis Sanmartín Mato (1990, Stuttgart). Llegaba al equipo en el último segundo del mercado de traspasos, sin tiempo de preparar la temporada con sus compañeros, y con la difícil papeleta de hacer olvidar a un hombre que en apenas dos años se había convertido en un auténtico emblema del conjunto coruñés como es Lucas Pérez, del que heredó el número 7 que luce en su camiseta.

Si con esto no fuese suficiente, en su debut como blanquiazul frente al Athletic de Bilbao, recibió una durísima entrada de Raúl García que le provocó un esguince de grado tres en su rodilla derecha. La lesión más grave hasta el momento en su carrera, que lo dejó fuera de los planes de su entrenador, Gaizka Garitano, durante cerca de once semanas

No acaba aquí la serie de desafortunados acontecimientos que han perseguido al gallego desde su aterrizaje en A Coruña. Y es que cuando a toda la parroquia blanquiazul se le estaban poniendo ya los dientes largos con el posible regreso del artillero para el partido en casa contra el Sevilla, Joselu sufrió una pequeña recaída de su lesión que prorrogó su retorno a los terrenos de juego unas semanas más.

Finalmente vió Joselu la luz al final del túnel en el partido de Copa del Rey frente al Real Betis. Disfrutó de minutos y volvió a dejar buenas sensaciones como ya dejase en aquel lejano encuentro contra el Athletic en Riazor en el que se marchó lesionado, llegando a tener incluso alguna ocasión para cambiar el marcador del encuentro.

Disfrutó también de minutos en el éxtasis blanquiazul del pasado lunes en el que el Deportivo arrolló a la Real Sociedad en Riazor con un marcador final de 5-1. En ese partido pasó más desapercibido el delantero blanquiazul.

En estas circunstancias llegó el encuentro en el Bernabéu. Un escenario especial para Joselu, exfutbolista de "La Fábrica" blanca y en el que no dejó indiferente a nadie.

Entró en el campo sustituyendo a Emre Çolak y de sus botas salieron los dos goles que, momentáneamente le dieron la vuelta al marcador en favor del Deportivo de la Coruña. Dos goles en los que el delantero dejó su firma, mandando el balón a la escuadra en el primero y dejando un brillante desmarque en el segundo. Joselu ya sabe lo que es marcar con el Deportivo, y por partida doble.

Pero aún pueden sacarse más lecturas positivas del encuentro del Bernabéu en lo que a Joselu se refiere. Y es que demostró una gran química con el otro delantero del equipo: el rumano Florín Andone.

El encuentro del Bernabéu deja para la afición deportivista un esbozo de delantera que suena muy bien, y que complementada con el resto de jugadores de tres cuartos del equipo no sería de extrañar que deje para los aficionados buenas tardes de fútbol y goles si las sensaciones se confirman. Joselu vuelve a sonreír, y A Coruña pronto puede que tenga motivos para sonreír con su delantero.