Tres goles en contra y caras largas sobre el césped de Mestalla, especialmente la de Albentosa, lamentablemente protagonista del segundo tanto che. Los de Pepe Mel fueron incapaces de hacer frente a un buen Valencia y se volvieron a ver errores de la época de Gaizka que se creían superados, pero quizás no lo están tanto.

Totalmente desacertados

Entre el minuto siete y el diez, el Dépor pasó de poder adelantarse en el marcador a tener que remar contracorriente. La ineficacia se instauró en los visitantes desde que el esférico fue situado por Fajr en el punto de penalti. Con la opción de adelantar a su equipo, el marroquí disparó y no logró abrir el marcador, siendo detenido su disparo por un Diego Alves, experto en la materia, que se erigió como uno de los jugadores más destacados del conjunto valencianista en la tarde del domingo.

El penalti fallado fue el primer desacierto que condenó al Deportivo, seguido de un gol mal anulado por parte del árbitro. Los coruñeses veían cómo una decisión arbitral les impedía poner el cero a uno en el luminoso, un problema del que ya se han quejado numerosas veces a lo largo de la temporada.

Al minuto siguiente llegaría el gol local, después de que la defensa herculina defendiera mal una falta en laque Garay aprovechó en el rechace. El culmen lo puso Raúl Albentosa que, diez minutos más tarde e intentando desviar un córner, introdujo el balón en su propia portería, lo que acabó por minar el ánimo del central y del resto del equipo.

Sin conexión con los delanteros

Pepe Mel planteó un 4-4-2 sobre el terreno de juego, con Andone y Joselu en punta. A lo largo del encuentro, los teóricos jugadores de banda, Fajr y Carles Gil, se alejaban de la línea de cal para intentar distribuir el juego deportivista por el centro, lo que provocó que la mayoría de centros salieran únicamente de las botas de Juanfran. Los dos atacante deportivistas no pudieron sacar a relucir su buen remate.

En la medular se situaban Guilherme y Álex Bergantiños, con el coruñés más adelantado cuando el Dépor trataba de sacar el balón jugado desde los centrales. Álex fue incapaz de conectar directamente con Joselu o Andone, mostrándose un poco perdido cerca del área rival.

Germán Lux poco pudo hacer en los tantos valencianistas | Foto: Liga Santander
Germán Lux poco pudo hacer en los tantos valencianistas | Foto: LaLiga Santander

Fruto de ello provocó que tanto Joselu como Andone cayeran a banda en numerosas ocasiones para poder conectar con el esférico, en posiciones muy alejadas de la portería de Alves, en donde los delanteros no conseguían provocar peligro.

El plan B no funcionó

Perdiendo dos a cero, Pepe Mel decidió mover ficha en el descanso, introduciendo a Emre Çolak por Fajr. A partir del minuto 45, Juanfran adelantó su posición llegando a verse un Deportivo defendiendo con tres hombres en su línea más retrasada, cuando el lateral madrileño no era capaz de bajar después intentar atacar por su banda, por donde más insistió el equipo visitante, gran desgaste de Juanfran.

A lo largo del encuentro, Carles Gil fue el más destacado de los blanquiazules

Sin embargo, ni la inclusión del jugador otomano ni acumular mayor número de jugadores en la parcela ofensiva supuso un gran cambio en el ataque deportivista. Marlos volvió a disfrutar de minutos, dejando buenas sensaciones y Sidnei se sumó en más de una ocasión al ataque, mostrando su buen criterio cerca del área rival realizando un gran pase que Andone no consiguió transformar el gol.

Con el equipo volcado, el Valencia aprovechó para matar el partido y disipar las ilusiones de los blanquiazules. Tres a cero, goleada dolorosa que no hace más que revivir viejos recuerdos como los errores arbitrales o la poca capacidad de reacción del equipo cuando se encuentra con desventaja en el marcador.

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