Era el partido ideal para lograr la permanencia matemática. Enfrente, un Espanyol en tierra de nadie, lejos de Europa y del descenso, sin nada en juego. A pesar de ello, los periquitos salieron a ganar en la primera parte. La presión en campo contrario dio sus frutos y Arribas cometió un grave error en el minuto 14. Leo Baptistao lo aprovechó y se plantó sólo frente a Lux. Con convicción, batió al meta argentino e hizo de esta forma el 0-1

Poco antes de cumplirse la media hora de juego, Gerard Moreno iba a aprovechar un gran pase de Piatti para hacer el 0-2. Pitos en Riazor. El plan de Pepe Mel con el trivote no estaba dando sus frutos. Los jugadores corrían por el campo algo perdidos. Tras el descanso, Edu Expósito, la gran novedad, se quedó en los vestuarios, dando entrada a Carles Gil. Todo cambió a partir de aquí.

Dominio sin pegada

Los segundos 45 minutos fueron un acoso sin derribo del conjunto local. Los catalanes apenas salían de su campo. Llegó pronto el primer gol gallego. Florin Andone aprovechaba un gran pase de Ola John, el mejor hasta ese momento del Dépor, para hacer el 1-2. 

Por delante 43 minutos para intentar empatar o llevarse el partido. Para tristeza de los aficionados herculinos, esto no fue así. El Deportivo jugó una de sus mejores segundas partes en lo que va de campeonato, pero la suerte o más bien la pegada no le acompañó. 

El partido finalizó con el 1-2 y los tres puntos viajarían a Barcelona. En Coruña, el ambiente no era el esperado al acabar el encuentro. El Sporting se situaba a cinco puntos de los herculinos, a falta de seis por disputarse. El Leganés, con su victoria del lunes, adelanta al Dépor y se queda a seis del Sporting. La próxima jornada se antoja crucial para definir el descenso.

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