Germán Lux, tras su fichaje por River Plate, comparecía esta mañana en Abengondo para despedirse de la afición y sus ex compañeros. El propio jugador decidió interrumpir sus vacaciones para poder despedirse en persona: "Tenía que venir, quería venir, porque para mí es importante este día, esta conferencia de prensa. Es mi despedida, pero como siempre digo, en el fútbol puede pasar cualquier cosa. Hoy me toca volver a mi club, pero quería despedirme en persona, no por una carta".

Han pasado seis campañas desde que el meta argentino aterrizara en 2011 procedente del Mallorca. En estos año se había ganado a toda la parroquia herculina y se había convertido en uno de los capitanes.

Su caso fue, quizás, el culebrón del verano en la plaza de Pontevedra. El deseo del propio jugador era continuar vistiendo la elástica blanquiazul pero los planes que la dirección deportiva tenía en mente no coincidían. La deseada oferta de renovación no llegaba y acabó aceptando la oferta de River Plate. "Entiendo que las dos partes tienen que querer y estar de acuerdo para que esto continúe. Manifesté muchísimas veces que quería seguir, pero he hablado con Gallardo, me ha preguntado si estaba dispuesto a volver y a partir de ahí no tuve más dudas”, apuntó el guardameta.

Tras esto, solo tuvo palabras de agradecimiento para la entidad coruñesa y su afición, sobre la cual explicó "que vive el fútbol con la pasión muy parecida a la del fútbol argentino”.

Se va un jugador un jugador de raza, el cual siempre se ha sobrepuesto a las adversidades. Tras la temporada del ascenso con Fernado Vázquez, en el resto de campañas ha pasado algún tiempo en el banquillo aunque siempre acababa consiguiendo recuperar la titularidad. Junto con Bergantiños y Laure, se va otro de los pesos pesados del vestuario.