Apenas una mitad al completo ha aguantado en la batalla el Deportivo en su visita al Real Madrid a pesar de que Adrián fuera el encargado de abrir el marcador en el inicio de la segunda vuelta de LaLiga.

La respuesta merengue no se hizo de rogar y los locales acabaron firmando un severo correctivo (7-1) en el que hasta tres jugadores participaron en el festín goleador con doblete: Nacho, Bale y Cristiano.

De entrada, el conjunto deportivista se vio obligado a remodelar por completo el eje de su zaga respecto a su anterior cita. El retorno de Schär y el debut liguero de One iban a ser seguidos de cerca en una de las plazas más exigentes del panorama futbolístico y el experimento no pudo salir peor.

El equipo no dio abasto a achicar las acometidas blancas constantes desde los costados y acabó arrojando la toalla antes incluso del pitido final, favoreciendo la abultada brecha que se dio en el resultado definitivo.

Pese al peculiar duelo al que hacía frente este domingo, Cristóbal Parralo no quiso renunciar al tridente de lujo conformado por Lucas Pérez, Andone y Adrián. Los puntales en la lanza se presentaban como la gran esperanza blanquiazul y argumentos para ello dieron con una de sus primeras conexiones sobre el verde.

Andone salió vencedor en una pugna tras saque de banda y su prolongación la aprovechó Lucas Pérez para ponérsela en bandeja a Adrián para hacer el 0-1.

El Dépor no sólo estaba sobreviviendo en el Bernabéu ante el asedio de centros al área, sino que además había golpeado primero dando lugar al ‘run run’ entre el graderío local, descontento por las últimas actuaciones de los suyos que les habían relegado de los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones.

Aquí fue cuando los herculinos alcanzaron su cima en el encuentro, puesto que llegada la media hora las opciones de rascar algo positivo fueron cayendo cuesta abajo y sin frenos.

Nacho fue el encargado de encabezar la primera remontada madridista en lo que va de curso tras combinar con Marcelo. Sin apenas presencia defensiva, los laterales del club capitalino se dedicaron a buscarle las cosquillas a los gallegos en su campo con constantes envíos laterales que sondeaban el gol sin pausa.

En esta tesitura, Bale allanó el camino de los de Zinedine Zidane antes del término de la primera parte después de recoger uno de estos centros sin rematador para teledirigir la pelota a la escuadra con una rosca medida.

Lo acontecido tras la reanudación era la principal cuenta pendiente para el Madrid y la razón de mayor peso entre los blanquiazules para creer. Pero en esta ocasión y ante los varapalos vividos en el último mes, el cuadro local no bajó el listón y se dedicó a arrollar a un Deportivo que cuando quiso aumentar su línea de presión fue víctima de su propia lentitud en la transición defensiva.

Bale y Modric finiquitaron el choque con casi media hora por delante. En dicho instante, el conjunto visitante se vio inmerso en un cúmulo de despropósitos que también precipitó la salida de Mosquera por lesión.

Otro de los grandes damnificados en la plantilla resultó ser Rubén Martínez, quien endosó la dolorosa cifra de siete tantos a pesar de haber realizado alguna intervención de mérito. El de Coristanco, que en la tarde del sábado constató la llegada de Koval como nuevo competidor por el puesto bajo palos, volvió a sembrar dudas además de finalizar el encuentro con molestias.

De este modo, en cuadro, alicaído y con dos fabrilistas (One y Expósito) en el estadio del vigente campeón de Liga, el Deportivo de La Coruña se marchó hundido tanto en sensaciones como en puesto clasificatorio.

Cristiano por partida doble y Nacho, que también puso el cierre al castigo, acabaron por lavar la imagen madrileña y engrosaron una herida con la que los deportivistas deberán salir de los puestos de descenso. Con 16 puntos en 20 jornadas, el próximo compromiso frente al Levante empieza a adquirir olor de final.