Jornada siete de Liga y el Real Madrid Club de Fútbol llega con el primer bache de la temporada. Los de Zinedine Zidane, tras un comienzo ideal que incluyó seis triunfos consecutivos, ahora los tiene en un bajón con respecto a su rendimiento. El cuadro blanco, en sus últimos tres compromisos no conoció la victoria ya que empató en tres ocasiones seguidas. Primero, ante el Villarreal Club de Fútbol (1-1) en lo que significó la resignación del récord de triunfos ininterrumpidos (16). Posteriormente, 2-2 en su visita a la UD Las Palmas y finalmente, el último martes a domicilio del Borussia Dortmund por el mismo marcador. En estos últimos dos encuentros, los merengues no supieron manejar la ventaja y terminaron claudicando.

La Sociedad Deportiva Eibar visitará el Santiago Bernabéu. En lo que va de temporada, los de José Luis Mendilibar, presentan alternancia en cuanto a su rendimiento fuera de casa. De tres visitas, la victoria ocurrió en el Estadio Nuevo de Los Cármenes 1-2 en el epílogo del encuentro mediante el gol de Sergi Enrich. Sin embargo, también registra dos caídas ante el Deportivo La Coruña (2-1) en el debut de la competición doméstica y también le ocurrió durante la visita al Estadio La Rosaleda (2-1). Al igual que el Madrid no pudo aguantar los últimos partidos con un marcador favorable, al Eibar le sucedió lo mismo. 

Mientras tanto, el Real Madrid se presenta como uno de los mejores locales, junto al Atlético Madrid y Villarreal CF, con dos triunfos (Celta de Vigo, CA Osasuna) y un empate (Villarreal CF). Sin embargo, en ninguno de los cuatro compromisos mantuvo la valla invicta (sumándole el partido de Champions). En Liga, recibió cuatro goles (Celta -1-, Osasuna -2-, Villarreal -1-) y anotó ocho. Por su parte, el Eibar cada vez que salió de casa anotó (Deportivo La Coruña -1-, Granda CF-2-, Málaga -1- ) y le convirtieron cinco.

Dibujo táctico

Tácticamente, el Real Madrid es un equipo que presenta un potencial de mitad de cancha hacia adelante con un clásico 4-3-3. Durante las primeras jornadas, gozó de un equilibrio que se lo otorgaba Casemiro. El brasileño, funcionaba como el pivote defensivo y era quien marcaba el quiebre en todo sentido por su buena combinación para cumplir las dos facetas del juego. Entre otros roles, actuaba cuando el equipo quedaba expuesto y era la voz de mando en la salida. Además, distribuía y adelantaba las líneas al momento de ir a presionar. Sin embargo, en las últimas jornadas lo ha perdido por lesión y los de Zidane están sintiendo su ausencia, al igual que la merma en el rendimiento de Sergio Ramos y el aporte goleador distribuido en todo el equipo.

En su último partido de este miércoles, ante el Borussia Dortmund los de Madrid salieron al campo con un 4-3-3. Apostando a un fútbol ofensivo, en la retaguardia utilizó dos laterales con proyección como Caravajal y Danilo en la derecha e izquierda respectivamente. Pero, debido a la rapidez y habilidad de los dos extremos (Guerreiro y Dembélé) del equipo alemán, su proyección estuvo contenida. La zaga se complementó entre Sergio Ramos y Raphaël Varane.

Luego por delante de la defensiva, el doble pivote de creación y distribución, garantizada en dos pasadores de corto y largo alcance como Toni Kroos y Luka Modric, siendo el primero el más defensivo y el segundo más propenso a filtrar pases entre líneas. Luego, una línea de tres centrocampistas más ofensivos: Bale, James Rodríguez y Cristiano Ronaldo, ubicados de derecha a izquierda. Con la presencia del futbolista colombiano, los blancos ganaron en tenencia y distribución, que gracias a su despliegue con el balón funcionaba como tercer pasador. Con el portugués y galés por las bandas, en el uno a uno estos terminarían adquiriendo predominancia en la faz ofensiva, en decisión, habilidad individual y firmeza con que pisan el área. La única referencia en ofensiva fue Karim Benzema, un ariete que puede retrasarse, pivotear, correr con balón dominado e ir al espacio. Este Madrid a diferencia del que tenía a Casemiro, es menos consistente en la presión aunque tiene una dinámica de toques más certera con estos lanzadores.

La propuesta del Real Madrid era la de hacerse con el cuero, dominar las acciones y ser protagonista. Pero, el Borussia Dortmund le quitó el balón, lo administró mejor y contó con situaciones de peligro. En el mientras tanto, los de la capital se replegaban y esperaban su arma letal: el contragolpe. Así llegó la apertura del marcador. Por momentos, el equipo oscilaba entre el 4-2-3-1 inicial y el 4-2-1-3. Con esta variante, James retrasaba su posicionamiento desempeñándose como mediocentro ofensivo por delante del doble pivote y los de las bandas, Cristiano y Bale, pasaban al extremo junto a Benzema desde el centro del ataque.

Otras posibilidades

También, había más opciones con un 3-3-2-2. Aquí, Caravajal junto a los centrales en la retaguardia. Posteriormente, Danilo a la izquierda del doble pivote. El doble enlace: James centrado y Bale en la derecha, mientras que en punta Cristiano por fuera y Benzema, dentro. A este se le agregaba el 2-4-1-3. En él, la zaga ocupaba la retaguardia. Después, los dos laterales por fuera además del doble pivote. Delante, James de enlace y en punta los atacantes (Bale, Benzema, Cristiano). Por último, con el ingreso de Kovacic se utilizó un 3-4-3. Con la participación del jugador croata, Cristiano se soltó más a la tarea ofensiva, Caravajal se añadía por la otra banda y Danilo se retrasaba.

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Sobre el autor
Oscar Stefano De Antoni
Del profesorado de Historia y la Licenciatura en Periodismo.