Resaca dura en Eibar la de este martes tras la derrota ante Osasuna que deja valdío el punto conseguido en el Bernabeu y del que se había hecho eco todo el universo futbolístico y encima da alas a un rival que llegaba en el alambre a Ipurúa con solo tres puntos en su casillero, fruto de tres empates. De haber conseguido la victoria el Eibar, se hubiera asentado con 14 puntos en zona UEFA y con el camino despejado para su gran objetivo a final de curso, que es una nueva permanecia entre los grandes.

Pero la realidad es que el Eibar continúa con 11 puntos, los cuales se fundamentaban sobre todo en la fortaleza como local en su feudo, donde había conseguido dos victorias y un empate, y precisamente ante rivales de gran enjundia como era el Valencia, Sevilla y Real Sociedad. De tal forma que ha sido llegar el rival que se veía con piel de cordero para cortar esa estupenda estadística, la cual es la base para conseguir la ansiada permanencia, amarrar el máximo posible de puntos en Ipurúa.

Y es que el Eibar comenzó el curso ante los suyos de la mejor manera posible con una victoria por uno a cero en un partido que pese al mejor juego y más oportunidades por parte de los ches, Pedro León tras rechace tras un penalte marrado por él mismo dejaba los primeros tres puntos en casa. El siguiente en pasar por Ipurúa fué uno de los gallos de la liga, el Sevilla de Sampaoli que continuaba con su gafe fuera de casa y no podía con un Eibar con nueve, tras expulsión de Yoel y Dani García.

Y el culmen de la trayectoria en casa de los armeros llegó con el partido frente a la Real Sociedad, en donde el Eibar barrió a sus vecinos con un dos a cero que se quedó corto y presagiaba, precisamente, el éxito cosechado en el Bernabeu, que tras la derrota del pasado lunes se ha quedado en mera anéctoda.