Acabó yéndose al traste el esfuerzo y un muy buen primer tiempo de la SD Eibar en su visita al RCD Espanyol, un compromiso a domicilio que se puso muy a favor de la entidad emplazada en Ipurua, que mediante la puntería de Enrich, la mala fortuna de Reyes y el oportunismo de Kike con colaboración de nuevo de Enrich, llegó a generar una ventaja de hasta tres goles en la primera mitad, no obstante, la inexplicable desaparición del terreno de juego de los hombres dirigidos por José Luis Mendilibar y la revolución que supuso la entrada de Hernán Pérez permitieron que el partido acabase en empate gracias a un tanto final de Baptistao en el descuento.

El conjunto perico arrancaría con bastantes ganas el encuentro, incomodando en los minutos iniciales a un Eibar al que le costaba bastante mantener la posesión. El buen manejo de Jurado y la lucha de Gerard Moreno generaban constante preocupación y sensación de peligro en la portería de Riesgo, un peligro que no llegaba a desembocar en ocasiones, hasta llegado casi el minuto 20, cuando Baptistao habilitó a Jurado con una buena dejada, para que el centrocampista azotase el lateral de la portería armera.

Y pese a que eran los pericos quienes aparentaban llevar el peso del partido, fue el Eibar quien golpeó, cuando Pedro León lanzó un buen centro a Kike, que dejó en pies de Sergi Enrich el balón para que este, sin complicarse, empujara el balón al fondo de las mallas. Este tanto fue un durísimo golpe para el Espanyol, pero lo peor estaba por llegar, porque al par de minutos, un centro desde la banda izquierda golpearía en Diego Reyes y se acabaría introduciendo el esférico en la portería de Diego López.

Los de Quique Sánchez Flores perdieron el norte tras estos cuatro fatídicos minutos, los mismos que sufrieron los armeros la pasada jornada en su feudo ante Osasuna. El esférico cambió de dueño, pasó a ser el Eibar el que tomaría el mando, y sin demasiadas complicaciones, el tiempo iba pasando sin sobresalto alguno, y llegaría la euforia disparada al borde del descanso, cuando una doble ocasión armera acabó en el tercer tanto del Eibar. Primero trató de anotar Enrich, que se topó con Diego López, no obstante, recuperaría el balón la SD Eibar, y dicho acabaría en pies de Rico, que colocó un buen centro para Enrich, que le cedió el esférico a Kike, que marcaba lo que parecía sentenciar el partido.

Pero cuando todo aparentaba acabado, llegaba el acierto de Quique Sánchez Flores, que hizo saltar a Hernán Pérez al terreno de juego. Este daría un nuevo aire al Espanyol, que trataba de empatar ante un Eibar bien plantado en el terreno de juego. Tras varias intentonas y mucho bregar, a falta de 25 minutos para el final, Hernán Pérez anotó con un tiro desde la frontal que dio en Lejeune, que al alternar la trayectoria del esférico, dejó vendido a Riesgo, que no rectificó a tiempo.

En esos momentos, el partido se puso algo más nervioso, y ambos equipos buscaron crear peligro. Unos pocos minutos más tarde, Gerard Moreno lanzaría un buen centro desde la banda zurda, para que Baptistao pinchase en esférico en el interior del área y Piatti apareciera para fusilar a Riesgo, recortando aún más la distancia en el marcador.

El camino de la remontada estaba marcado, y por él transcurrían los pericos, y a mitad de trayecto, se quedaron sin Caicedo, que vio como el colegiado le sacaba la segunda tarjeta amarilla por un codazo a Ramis en la disputa por un balón dividido. Esto parecía acabar con las opciones del Espanyol, no obstante, en el tiempo de descuento, un despiste de la zaga visitante dejó el balón muerto dentro del área, y apareció ese hombre que nunca perdona, Leo Baptistao, que para delirio de la grada, colocó el esférico en el fondo de la portería, cerrando así una remontada de ensueño que recordarán durante mucho tiempo los aficionados pericos.