El club armero comenzó la liga haciendo una gran labor en ataque y con una defensa sólida, pero esto ya es pasado. La zaga de Mendilibar lleva encajando goles en la últimas tres jornadas de forma consecutiva y en las últimas dos ha encajado la friolera de seis goles.

El Eibar está perdiendo consistencia defensiva y las principales claves son: la relajación y las constantes rotaciones. La relajación viene dándose desde la anterior jornada en la que el conjunto del de Zaldívar comenzó desde el primer minuto ganando por el gol anotado por Escalante. Esta acción desencadenó en una inexplicable bajada de la intensidad del equipo que provocó la remontada del Osasuna. El Eibar se volvió a enganchar al partido con un gol de Enrich antes del descanso, que a priori debió dejar tocado a los rojillos pero que no fue así. La segunda parte fue menos intensa aun por parte de los armeros y esto propició la primera victoria de los de Martin en Ipurua.

Mendilibar ensayó durante toda la semana pasada con la defensa titular, pero esto tampoco tuvo sus frutos. El Eibar fue al Power8 Stadium con el objetivo de conseguir los tres puntos ante el Espanyol. Al término de la primera parte, el resultado era de 0-3 favorable a los armeros y con una defensa que se mostró muy sólida y seria. El inicio dubitativo de los blaugranas se convirtió en una incesante cadena de ataques de los pericos. Tanto fue el cántaro a la fuente que al final Hernán Pérez abrió la lata con un disparo lejano en el que Riesgo pudo hacer más. Los armeros seguían sin intensidad y, pocos minutos más tarde, Piatti batió a Riesgo en otro error defensivo. Era una muerte anunciada y Mendilibar se desesperaba en la banda. Los cambios no surtieron efecto y en el último minuto Leo Baptistao puso las tablas con un fuerte disparo raso que sorprendió a Riesgo.

Los errores defensivos y la pasividad se pagan caro en la Liga Santander y Mendilibar debe corregir los fallos en su zaga. Volver a tener la meta a cero y la recuperar la intensidad de las primeras jornadas son las prioridades de un equipo que ha demostrados que lo puede hacer.