Por la jornada número 14 de Liga, la Sociedad Deportiva Eibar visitó el Estadio San Mamés. Allí, en Bilbao cayó derrotado tres a uno frente al Athletic Club. En los noventa minutos, los armeros presentaron una actuación disminuida en cada una de sus líneas y su rival de turno mantuvo una regularidad, que le permitió hacerse con el partido. Hacia el minuto 42 y cuando el partido se encontraba atascado, Beñat sacó una magnífica falta directa para abrir el marcador. Asimismo, en el 54 de partido Iñaki Williams aumentó para los leones. Pero, Sergi Enrich a los 69 minutos acortó la brecha. Finalmente, Iker Muniain sacó provecho de un contraataque para firmar el tres a uno definitivo.

Como estaba previsto de antemano, los dos equipos apostaron a un mismo sistema: 4-2-3-1. El dueño de casa, colocó a Kepa en portería quien ganó en consideración por parte de Valverde. En la zona central de la defensa, Yeray Álvarez (centro-derecha) y Aymeric Laporte (centro-izquierda). A los costados, dos laterales de proyección ofensiva: Eneko Bóveda (derecha) y Mikel Balenziaga (izquierda). El eje del centro del campo, compuesto por Mikel San José (centro-derecha) y Beñat (centro-izquierda). En la línea de las mediapuntas estuvieron: Markel Susaeta (derecha), Sabin Merino (centro) e Iker Muniain (izquierda). Delante de estos futbolistas, Iñaki Williams el falso ‘9’.

Los visitantes, con respecto al último once de Liga presentaban una variante: Alejandro Gálvez en lugar del lesionado Iván Ramis. Asier Riesgo se encontraba bajo palos. El tándem defensivo, Gálvez (centro-derecha) y Florian Lejeune (centro-izquierda). En los laterales, Anaitz Arbilla (derecha) y Antonio Luna (izquierda), de características divergentes. El primero, más defensivo y el segundo, decisivo para recorrer toda la banda. Por su parte, el doble pivote de la medular fue repartido entre Fran Rico (centro-derecha) y Dani García (centro-izquierda). Como centrocampistas más ofensivos: Pedro León (derecha), Adrián (centro) y Takashi Inui (izquierda). En la zona del ariete, Sergi Enrich cumplió la función de centrodelantero.  

Así se pararon en el inicio. Fuente: Lapizarradelmister.es
Así se pararon en el inicio. Fuente: Lapizarradelmister.es

Al iniciarse el encuentro, ambos equipos intentaban hacerse con la posesión del balón. Y la tónica del partido, determino que quien obtuvo este cometido se sintió más cómodo en el trámite del encuentro. El Eibar, tenía a la doble salida (Rico-García) pero el Athletic Club en ningún momento dejó que fuese limpia. Provocó un fútbol eibarrés falto de fluidez, traslados excesivos del eje, retroceso del posicionamiento de Enrich, desbordes contados por parte de Pedro León, inconexión Adrián-Enrich y sobre todo negó el primer pase. Esta circunstancia, importante para la salida en limpio no dejaba otra alternativa que, cuando el cuero caía a merced de Riesgo y en la progresión hacia los centrales, el Eibar recurría a saltearse el doble eje y jugar en largo. De tal modo que, se simplificaba el juego de los centrales locales. El Athletic, lo tenía más claro aunque le costaba de la misma manera esa cesión. Igualmente, cuando Kepa sacaba en portería el doble ‘9’ (Enrich-Adrián) se adelantaba a la frontal del área e incluso, acompañados por Inui o Pedro León para obligar un pase forzado a las bandas. En este juego de la salida en limpio, los dos repetían una tendencia: el volante central más defensivo del eje, se posicionaba de líbero para posibilitar el balón a ras de piso. Athletic lo reiteraba con Beñat y Eibar con Dani García, aunque ambos optaban por el otro volante. Así, los leones quedaban 3-4-3 ó 3-4-1-2, dependiendo de la posición de Muniain. En el centro del campo, los dos laterales, el pivote sobrante y el mediocentro ofensivo. Los volantes, se adelantaban al extremo y Williams desde el centro. Mientras tanto, el Eibar realizaba un mecanismo similar.

La salida del balón a cargo de los pivotes defensivos. Fuente: Lapizarradelmister.es
La salida del balón a cargo de los pivotes defensivos. Fuente: Lapizarradelmister.es

Los armeros, además, evidenciaron un sistema de 4-3-3. En él, circunstancialmente sus volantes de banda, es decir, Pedro León e Inui cumplían la función de interior. Una vez que uno se posicionaba en tal posición, el otro automáticamente se quedaba más adelante estancado en el extremo. La oportunidad que ocurría en banda derecha el retroceso del volante/extremo, Sergi Enrich se posicionaba en esa posición. Al ser en la izquierda, lo hacía Adrián. El equipo local, mostró como variable una mayor dinámica que su rival variando la ubicación de sus tres mediapuntas y el centrodelantero. Estos, estaban en constante movimiento lo que no le otorgaba una medida de referencia a la defensiva armera. A veces, observábamos a Muniain por derecha, otras en el mediocentro y asimismo arrancando desde la izquierda. Así, Williams se tiraba a la banda o iba al ariete. Otro de los dibujos utilizado por el elenco rojiblanco, el 4-2-4. Los mediapunta, se largaban hacia el extremo y el mediocentro ofensivo, se añadía al doble ‘9’ junto a Williams.  Al momento de retroceder, el sistema de ambos equipos no se modificó. Los bilbaínos, en el 4-4-2. Susaeta se replegaba por la banda derecha y Sabin por izquierda, aunque lo intercalaba con Muniain dependiendo de encontrarse o no en banda. Los eibarreses, 4-5-1. Adrián, flotaba de organizador delante del doble pivote y Sergi Enrich, el único jugador que no pasaba la línea del balón.

El repliegue defensivo de ambos. Fuente: lapizarradelmister.es
El repliegue defensivo de ambos. Fuente: lapizarradelmister.es

Hacia el segundo tiempo, los de Valverde sumaron confianza con la apertura del marcador. Así, el representativo bilbaíno logró más progresión para adelante en el campo. La circulación de balón fue fluida, intercambiando el fútbol asociado con el juego directo. En esta última faceta, alcanzó el segundo gol.  Balón largo desde la banda, la mediapunta (Muniain) que la peina para la corrida por izquierda de Williams quien se escapó para el gol. En cambio, Eibar por esos momentos atravesaba una dinámica de toques paulatina y previsible. Los volantes no encontraban rápido las opciones de pase y los locales ahogaban la salida.

Sin darse cuenta, el Athletic plantó un equipo más a la contra. Con el cuero a merced de los armeros y además, el ingreso de Rubén Peña los de Mendilibar se fueron sintiendo mejor. Sumaron un jugador más vertical que oxigenó el centro del campo armero. Una vez que tenía el balón, se asociaba y abría el terreno. De este modo, Pedro León en el extremo derecho, centró para Takashi Inui como extremo zurdo y Enrich de centroatacante se encontró en la posición idónea para definir. Aquí, era un Eibar 4-3-3: Peña (interior derecho), Fran Rico (pivote) y Dani García (interior zurdo) se paraban así circunstancialmente. En cambio, el Athletic Club un 4-4-2 preparado para un ocasional contragolpe. Con la sustitución de Eraso sumó otro centrocampista más.  Valverde, entendía que podía lastimar a la visita por fuera. Entonces, modificó los externos para darle fluidez por esa zona. Luego, Saborit acompañó a Balenziaga en el tándem izquierdo. El Athletic no reaccionaba y el empate se encontraba más cercano en los azulgranas.  Athletic en los últimos minutos, apostó al 4-5-1 quedando en punta el canterano Villalibre y Muniain se retrasaba por delante del eje. Con la búsqueda incesante de la igualdad, Eibar sólo tenía a Dani García de líbero junto a la zaga, luego Jota y una línea de seis futbolistas: Arbilla y Luna bien abiertos en los costados, más cerrados Enrich, Kike y Peña, además de Pedro León. Este esquema partido, obligó dejó mal parado al equipo de Mendilibar, quien en un contragolpe no pudo contener la arremetida por derecha de Villalibre y finalmente, Muniain de ‘9’ definió a bocajarro. 

Para buscar el empate, Eibar se adelantó. Fuente: lapizarradelmister.es
Para buscar el empate, Eibar se adelantó. Fuente: lapizarradelmister.es