Pocas conclusiones positivas dejó la derrota el domingo frente al Athletic e individualmente poco podemos destacar de las actuaciones de los armeros, aunque si hay alguno que se pudo salvar de la mediocridad fué el japonés Takashi Inui que culminó su cuarto partido consecutivo como titular y fue quien canalizó las acciones de peligro de su equipo el domingo dando el pase de gol a Enrich y dos claras oportuniades, una de ellas pudo ser el empate a dos a cinco minutos del final y pudo ser la guinda a un buen partido del nipón.

Aunque le ha costado, Inui se está convirtiendo en un fijo para Mendilibar, siendo su cuarto partido consecutivo como titular, pero no está siendo un año fácil para el ocho. Mendilibar siempre ha manifestado su gusto por el jugador alabándole como uno de los de más calidad de la plantilla y una actitud siempre positiva a pesar de la barrera idiomática y cultural pero siempre ha sido exigente con él, penalizando su irregularidad en el juego, de tal manera que el inicio de curso fue complicado para Inui, donde era más fácil verle en la grada que en el verde.

Pero poco a poco Inui ha ido devolviendo la confianza del míster vizcaíno enlazando buenas actuaciones con varias asistencias de gol que le han supuesto su salto a la titularidad en el flanco derecho del ataque armero. Pero la exigencia a Inui no se queda ahí. Desde el club son conscientes que el rendimiento del nipón debe ser mayor porque tiene potencial para ello y transcurrido el primer año de aclimatación al equipo y a la ciudad, este debe ser el año de su confirmación, y que debe de mostrar una mayor regularidad y presencia en el campo, así como una mayor personalidad que le permitan echarse el equipo a la espalda.

No olvidemos que en el momento de su fichaje, Inui se convirtió en el jugador más caro en la historia de la SD Eibar, un club que ha destacado siempre por buscar el coste cero en las incorporaciones, por lo que el dinero pagado por Takashi (350.000 €) fue síntoma de que no era un fichaje cualquiera, de ahí  que cuerpo técnico, afición y club esperen más del nipón, cosa que no quita para que sea uno de los jugadores más queridos tanto por la hinchada como por sus propios compañeros.