Se desveló ya el cruce completo de los octavos de final de la Copa del Rey, y por lo tanto, se conoce ya quien será el rival de la SD Eibar. No será otro que Osasuna, el actual colista de la Liga Santander, que logró remontar la derrota que sufrió en el Nuevo Los Cármenes para cerrar el año con su primera victoria de la temporada.

Los rojillos lo han pasado francamente mal durante esta primera mitad de la temporada. Las lesiones empezaron cebándose con ellos, y no han parado en toda la temporada, hasta el punto de tener a tres hombres de baja para todo el curso. Solo han logrado vencer en dos ocasiones en la presente campaña. La primera de ella fue precisamente en Ipurua, donde Sergio León se hizo grande para guiar a los navarros hacia la remontada, tras un tanto inicial de Escalante.

Sin duda alguna, susodicho atacante es el hombre más peligroso del combinado rojillo. Además, Álex Berenguer es un extremo muy joven, veloz y pícaro. Su descaro y sacrificio lo convierte también en una muy buena baza ofensiva. Sin embargo, los problemas de cohesión que sufre el equipo en labores de circulación reducen enormemente su producción ofensiva. Y lo hace tanto, que prácticamente todas las ocasiones que generaba Osasuna eran las que se creaban por sí mismos Berenguer y Sergio León.

Además, su defensa comete muchísimas imprecisiones, hasta el punto de que Iván Márquez, del filial, se ha plantado en el centro de la zaga como titular ya indiscutible, y a decir verdad, está siendo de lo mejorcito de los navarros. 

No obstante, todo esto mejoró en el último partido que disputaron, en el que vencieron al Granada por dos tantos a cero y así se adjudicaron el pase a octavos de final. La inclusión de Fran Mérida -quien se lesionó- en el once, y la posterior entrada de Jaime Romero, así como el sobresaliente trabajo de Aitor Buñuel y Carlos Clerc en los laterales diestros y zurdos respectivamente, devolvieron la alegría al juego de Osasuna.

A decir verdad, va a ser absolutamente impredecible como planteará o como saldrá Osasuna ante el Eibar. Es un equipo que ha reforzado enormemente su moral y que aparenta haber dado con la tecla, pero habrá que ver si fue todo flor de un día o si realmente tienen lo que se necesita para pelear por la copa y por la permanencia. Habrá que esperar al cuatro de enero para saberlo.