La Sociedad Deportiva Eibar, retornó a la victoria después de cuatro jornadas ligueras. El equipo que conduce técnicamente Mendilibar borró los dos empates (Alavés, Leganés) y dos derrotas (Athletic Club, Atlético Madrid), que sostenían un bache en la competición doméstica. Es cierto que, los eibarreses mantienen la senda positiva en Copa (tres victorias y un empate). Sin embargo, desde la jornada 13 (Real Betis Balompié) que no conseguían los tres puntos en Liga y cuatro meses pasaron para ganar fuera (la última había sido ante el Granada, el  11 se septiembre último, jornada tres). Desde el minuto dos, Eibar se plantó firme en el encuentro. Mediante una presión esgrimida en el campo rival, los vascos llegaron con más claridad a la portería contraria y se aprovecharon del desconcierto que sumía al Real Sporting de Gijón, que no capitalizaba su condición de local, en esta jornada 18. Por eso, Adrián de penalti colocó el cero a uno, en el minuto dos de partido. Pero, una falla al despejar de Asier Riesgo emparejó el luminoso, siete minutos más tarde por intermedio de Carlos Carmona. Posteriormente, llegando a la mitad de la primera parte, Pedro León y Antonio Luna, captaron dos rebotes largos de Pichu Cuéllar para encaminar la victoria, aunque en una carambola los rojiblancos alcanzaron el descuento hacia el minuto 58, a través de Nacho Cases. Más allá de este sobresalto, el Eibar se mantuvo erguido para consumar la victoria. 

Abundantes sustituciones

Para comenzar el encuentro, el Real Sporting varió respecto de su último once a sus intérpretes y modificó su dispositivo táctico. Ingresaron: Fernando Amorebieta, Isma López, Nacho Cases, Moi Gómez, Borja Viguera y Carlos Castro por Babin, Canella, Xavi Torres, Víctor Rodríguez, Duje Cop y Jorge Meré. Entonces, los asturianos renunciaron al 5-4-1 del partido frente a Las Palmas y se encaminaron hacia un 4-4-2. En este último sistema, Pichu Cuéllar estuvo bajo palos. La retaguardia, la ocuparon en el lateral Douglas Pereira (derecha) e Isma López (izquierda), mientras que el centro de la zaga: Lillo Castellano (centro-derecha) y Amorebieta (centro-izquierda). Hacia el centro del campo, Carlos Carmona (derecha) y Moi Gómez (izquierda), se desempeñaron en la banda. Completaban en el doble pivote, Sergio Álvarez (centro-derecha) y Nacho Cases (centro-izquierda). Finalmente, los hombres de ataque: Carlos Castro y Borja Viguera.

 La visita, el Eibar, apeló a repetir la táctica aunque introdujo cambios: Florian Lejeune, Antonio Luna, Dani García, Pedro León, Adrián, Takashi Inui y Sergi Enrich en lugar de Alejandro Gálvez, David Juncà, Fran Rico, Rubén Peña, Imanol Sarriegi, Bebé y Nano. En consecuencia, Asier Riesgo preservó su feudo en portería. La úlltma línea, desde los costados se encontraban Ander Capa (banda derecha) y Antonio Luna (izquierda). Al ingresar Lejeune, Dos Santos fue zaguero centro-derecha y el francés, centro-izquierda. El eje del doble pivote: Dani García (centro-izquierda) y Escalante (centro-derecha). Desde la línea de las tres mediapuntas: Pedro León (derecha), Adrián (centro) e Inui (izquierda), abasteciendo a la referencia de la ofensiva: Enrich

Así comenzaron Sporting-Eibar. Fuente: Lapizarradelmister.es
Así comenzaron Sporting-Eibar. Fuente: Lapizarradelmister.es

Más allá, de iniciar el cotejo de esta manera, así ordenados en el transcurso del mismo primaron los cambios de posiciones, producto de la dinámica. En la primera parte, el Eibar controló la posesión del balón. Para hacerse con el dominio del esférico, aportó dos tipos de presión que iban acompañadas en caso de fallar la primera alternativa. Es decir, cuando una presentaba un funcionamiento que el rival la sorteaba, automáticamente surtía efecto la segunda. Cada vez que el balón quedaba en dominio de Pichu Cuéllar,  Sergi Enrich, Adrián, Pedro León e Inui se colocaban en el tercio superior para obligar a dividir el balón. En efecto, el cuero llegaba como pan comido para los zagueros, que pugnaban y salían limpio repentinamente.  En la opción que, el Sporting recurriera al primer pase a la doble salida (Sergio Álvarez y Nacho Cases), inmediatamente tanto Escalante como Dani García se adelantaban para no dejarles avanzar y que la progresión en la circulación de balón, se efectúe para atrás, dándole la posibilidad a las mediapuntas como delanteros para volver a presionar. Esta fue una fotografía del primer tiempo, las tres mediapuntas en el tercio superior por detrás de Enrich yendo a presionar, el doble pivote más allá del círculo central (un sustancial adelantamiento) y la zaga a la altura de la medular. A través de dicha circunstancia (una defensa adelantada), el equipo era corto, recuperaba rápido y descansaba el balón atacando u obligando a su rival a realizar un trayecto detrás del balón.

Adrián, omnipresente

Otra de las características adyacentes a la primera parte eibarresa fue el despliegue táctico de Adrián. El de Madrid, siempre resulta difícil de encasillar.  Al igual que lo hizo Imanol Sarriegi en el encuentro de Copa, el ex de Rayo Vallecano, se compenetró tanto en las funciones ofensivas como defensivas y destacó, sobre todo, ocupando la posición de falso '9'. Arrancaba de mediocentro ofensivo, pero cuando Dani García se retrasaba unos metros a salir jugando, Adrián estaba de interior zurdo para ser alternativa de pase y enlazar hacia adelante. Pero la jugada continuaba, porque Dani García le concedía el balón a los laterales. Estos, elegían entre las mediapuntas externas (Pedro León e Inui) o volver con Adrián, más centralizado. Cuando el ataque arrancaba por fuera con combinaciones entre el lateral y el mediapunta, Adrián pasaba desapercibido, pero proseguía su carrera al lado de Enrich como doble '9'. También, existía la posibilidad de que en lugar de combinarse el extremo-lateral, se optara por un pase interior para la pared con Adrián o Enrich y quien no recibía de ambos, se soltase de nueve. Lo que más desconcertaba a la zaga era su plasticidad para moverse en cualquier posición del mediocampo y la delantera. Al encontrarse en constante movimiento, jugar por banda, filtrar diagonales al centro, retrasarse unos metros, jugar de organizador, tocar con el doble pivote e ir a buscar, abrir hacia la banda, finalizar de nueve, funcionar como interior izquierdo, establecerse como volante, esas variantes le hacen un jugador distinto y difícil de contener. Así observamos la exhibición del madrileño. Fiel reflejo de ello, el penalti que le cometen. Arrancando de mediocentro, pero llegando a la posición de centrodelantero, lanzando una diagonal (sin balón) desde el centro hacia afuera.

El adelantamiento y la reducción de espacios. Fuente: lapizarradelmister.es
El adelantamiento y la reducción de espacios. Fuente: lapizarradelmister.es

Dani García y Sergi Enrich, al igual que Adrián fueron vitales. El capitán, le otorgó equilibrio: el de Zumárraga, la primera alternativa para salir jugando, el pivote más defensivo, le concedía la posibilidad a Escalante y Adrián, soltarse para ir a presionar alto, a sabiendas de que el retroceso, los relevos y la apertura de bandas, quedaban bajo responsabilidad de Dani García que le permitió conseguir anticipos a los interiores dejando mal parado al Sporting. Mientras tanto, Sergi Enrich, realizó el trabajo denominado sucio: ese desplazamiento de los centrales hacia la banda, el juego de espaldas, rebotando con las mediapuntas, provocando faltas, descansando el balón gracias a la contención, apostando por un desempeño más dinámico que estático. Al tener movimiento, esta opción del menorquín permitía presionar a los centrales junto a Adrián en la zona central y repartirse el tercio superior en cuatro partes: centro-derecha (Enrich), centro-izquierda (Adrián), derecha (Pedro León) e izquierda (Inui). Así, quedaba configurado un 4-2-4 ó 4-2-1-3, dependiendo de la posición de Adrián o el retroceso de uno de los externos que, cuando Adrián no llegaba a bascular, sobre todo Inui funcionaba de interior izquierdo, para un 4-3-3.  Ya una vez que no se recuperaba el balón instantáneamente, en esta circunstancia, los dos externos y Adrián cumplían funciones defensivas, quedando solamente en punta Enrich decretando el 4-5-1 ó 4-4-1-1. También, los armeros utilizaron el doble enganche o enlace, Pedro León Adrián para hilvanar con Enrich. 

Centrales abiertos del Sporting

El Sporting de Gijón, se vislumbraba con los zagueros abiertos, siendo uno del doble pivote (sobre todo Sergio Álvarez), quien se inmiscuía entre la zaga para ofrecer la salida. Aquí, los rojiblancos, quedaban 3-3-3-1. Por encima de la última línea, Nacho Cases formaba otro trivote al lado de los laterales. Otros tres, por delante, Carmona (derecha) y Moi (izquierda), además de Castro un tanto más centralizado por detrás de Viguera. Este dibujo, progresaba hacia un 3-5-2 ó 3-6-1, una vez que los laterales se incorporaban más hacia delante de la zona media por detrás de Viguera. Asimismo, cuando estos llegaban al extremo se posicionaba 4-2-4 ó 3-4-3 supeditado a las subidas de los laterales, el cierre de los extremos para darle opción de recorrido y ruptura por fuera en el desborde.

Así como en el primer tiempo, los armeros fueron superiores. Al inicio de la segunda parte, los vascos fueron un equipo más largo, sin eficacia en la presión tanto de los atacantes como en el ahogo hacia el primer pase. Ello, le permitió al Sporting tener un papel más protagónico: las posesiones del equipo asturiano fueron más prolongadas y efectivas. Recurrió con frecuencia a la utilización de los costados, la evolución del primer pase, un circuito de circulación hilvanado, mejoramiento en el pivote de Viguera quien se juntó más con Castro y fue el oxígeno para adelantar líneas. Así, la Sociedad Deportiva Eibar, permaneció más agazapado a la contra, sin un juego asociado pero pendiente de las oportunidades en campo rival. Sin embargo, estas circunstancias no le imposibilitaron continuar sólido. Pese a perder el balón y recorrer más tiempo sin él, mantuvo una estructura que le permitió conservar el resultado.

La táctica WM del Sporting. Fuente: lapizarradelmister.es
La táctica WM del Sporting. Fuente: lapizarradelmister.es

De arranque en la complementaria, el Real Sporting apeló a un juego más osado, aquejado por la diferencia en el tanteador de dos goles. Parecía un juego de otros tiempos, recordando el esquema WM que pregonó Hebert Chapman con un 2-3-5 ó 3-1-4-1, en el que el mediocentro (Sergio Álvarez) se retrasaba para ser salida y con cuatro o cinco jugadores de ataque: Douglas, Carmona, Borja, Afif e Isma López para abastecer a Castro en punta. Por su parte, la visita, no forzaba la presión de los cuatro más adelantados para el balón largo sportinguista, ni tampoco el hostigamiento a los pivotes. En la única circunstancia, que doblegaba y obligaba al balón largo, cuando el esférico era dominio de un lateral para lanzar un pelotazo y recuperar.  El cambio de sistemas continuó en los eibarreses. Se reiteró el 4-3-2-1, con la doble organización desde los pies de Adrián e Inui, siendo Pedro León el interior derecho, Escalante el pivote y Dani García, el interior zurdo.

Se modifica la tendencia

El Gijón, logró la mejor forma tomándole las espaldas a la zona de los centrocampistas juntando el doble '9' de Carlos Castro y Borja Viguera. Allí, se vieron sociedades que le permitieron a los rojiblancos aproximarse al área de Yoel.  El Eibar, apostaba a posesiones más cortas, menos tenencia y asociación, más juego en largo y contragolpe, aprovechando la velocidad de sus mediapuntas externos. Asimismo, con el ingreso de Fran Rico por Adrián, estableció otro posicionamiento dentro del campo. Del 4-3-3 o 4-4-2, pasó al 4-4-1-1, 4-5-1 ó 4-1-4-1, en el que la zona central del mediocampo era ocupada por tres pivotes: Dani García, Fran Rico y Gonzalo Escalante, reforzados por los volantes externos: Pedro León y Takashi Inui. A veces, Dani García, se colocaba de único pivote y por delante los cuatro centrocampistas. A su vez, otro reflejo de este cambio de versión y postura, se evidenciaba en los laterales, más de frente, con incursiones ofensivas, contadas veces más pendientes del avance rival, que de romper por fuera. Tampoco, conformaron los tándems al lado del mediapunta. 

La radiografía de los últimos minutos. Fuente:lapizarradelmister.es
La radiografía de los últimos minutos. Fuente:lapizarradelmister.es

Habiendo realizado el último cambio, el míster armero apeló a propagar el sistema: Rubén Peña, se posicionó de volante externo para el 4-4-1-1 ó 4-5-1, aunque al momento de atacar, tanto el ex del Leganés como Pedro León, pasaban a ser extremos. El desplazamiento de Sergi Enrich hacia la banda izquierda, en los últimos minutos, le permitió al Eibar descansar con el balón lejos del arco propio. Por su parte, el Sporting de Gijón, con la última sustitución (Rubén Sánchez), utilizó el 4-3-3, quedándose Carmona de extremo derecho, Borja Viguera de centrodelantero y Sánchez en el otro extremo. Por atrás, Sergio Álvarez (interior derecho), Nacho Cases (pivote) y Akram Afif (interior zurdo). También, hubo un cambio posicional con el ingreso de Babin. Lillo Castellano, disputó 55 minutos como zaguero derecho, a partir de la salida de Douglas, pasó a posicionarse de lateral por ese sector.