El sábado 04 de marzo de 2017 se disputará la jornada 26 de La Liga. En uno de los duelos más atractivos del fin de semana, la Sociedad Deportiva Eibar recibe al Real Madrid. Tal encuentro se celebrará en el Estadio municipal de Ipurua. Enfrentarse al cuadro de la capital supone siempre un extra para cualquier conjunto y no será la excepción en esta oportunidad. La campaña del representativo armero lo amerita, porque se miden dos equipos protagonistas. Por un lado los de José Luis Mendilibar que acumulan 39 unidades y ocupan la séptima plaza. Por el otro los de Zinedine Zidane se posicionan segundos (con un partido menos) como consecuencia de sus 56 unidades por detrás del líder Barcelona que lleva 57.

Un fortín llamado Eibar 

Respecto a la condición de su siguiente partido, los del País Vasco como locales (en Liga y Copa) se ubican en la séptima posición habiendo alcanzado 31 unidades (26 en Liga y cinco en Copa). A su vez el representativo merengue se coloca segundo a domicilio con 28 puntos (23 en Liga y cinco en Copa). La eficiencia de los vascos en Ipurua es del 65% y la de los madrileños fuera de casa se firma en un 67%. El Eibar solo cayó en tres oportunidades jugando en casa (Osasuna, Atlético de Madrid y Barcelona), mientras que la casa blanca fuera lo hizo ante el Sevilla y Valencia (ambos en Liga).

Cristiano Ronaldo con el balón | Imagen: Daniel Nieto - VAVEL
Cristiano Ronaldo con el balón | Imagen: Daniel Nieto - VAVEL

Las estadísticas avalan una balanza desequilibrada entre uno y otro equipo remitiéndonos al rendimiento. El conjunto que entrena José Luis Mendilibar desde el inicio de la segunda vuelta, marcó un ascenso pronunciado tras perder como local frente a Barcelona. A partir de las cuatro dianas que le rubricó el combinado catalán, los guipuzcoanos endosaron cuatro victorias (Deportivo La Coruña, Valencia, Granada, Málaga), un empate (Real Sociedad) y una derrota (Sevilla). En este lapso apenas encajaron cinco goles, convirtieron 16 y los triunfos conseguidos fueron por dos goles o más.

Un Madrid más vulnerable

En el mismo lapso de seis jornadas, los de Zidane registraron un historial de cuatro triunfos (Real Sociedad, Osasuna, Espanyol, Villarreal), una igualdad (Las Palmas) y una caída (Valencia). Sin embargo estas conquistas a excepción de la Real Sociedad y Espanyol, las demás atravesaron circunstancias adversas: los navarros le igualaron y el partido no se resolvió hasta el último tercio del partido, Villarreal y Las Palmas marcaron una diferencia de dos goles, Valencia aprovechó su momento para decretar una brecha en el tanteador. Asimismo la estadística se recrudece con la balanza de goles: anotó 15 y recibió ocho. 

El esquema de Zidane mostró falencias. Fuente: lapizarradelmister.es
El esquema de Zidane mostró falencias. Fuente: lapizarradelmister.es

La merma en el rendimiento del Real Madrid se vio reflejada en el campo. El último miércoles, el cuadro merengue recibió a la Unión Deportiva Las Palmas. Para afrontar la jornada 25, Zidane apostó por un 4-3-3 como sistema de juego. En él, el cancerbero fue Keylor Navas. Desde la última línea defendieron en los costados Daniel Caravajal (derecha) y Marcelo (izquierda), siendo Nacho y Sergio Ramos la zaga. Por el mediocentro se colocaron Toni Kroos y Mateo Kovacic en una posición más centralizada, mientras que Isco intermediaba como enlace. Finalmente los atacantes eran: Gareth Bale (derecha), Álvaro Morata (centro) y Cristiano Ronaldo (izquierda).

A priori el planteamiento del entrenador francés contaba con un equipo abierto con dos laterales de proyección, expuesto en el mano a mano si deseaba estructurar a los centrales en la medular ya que el fuerte de Nacho y Ramos específicamente no destaca por defender en el uno a uno, escasez de marca en el medio siendo Kroos el único que sentía la marca de los tres centrocampistas, sin refuerzo en las bandas: los extremos no frecuentan un trayecto en todo el costado más hacia adelante que en basculación. De manera inteligente Quique Setién propuso un 4-1-4-1 que compaginaba el juego asociado, la salida limpia, apertura de bandas, llegada por fuera y aprovechamiento de los huecos que cedía el Madrid. Así el míster canario ganó ostensiblemente el duelo de pizarras.

Kroos, primer pase

Pese a no contar con tenencias prolongadas, el Real Madrid en cuanto el rival le dejó intentaba salir jugando mediante el centrocampista más claro: Toni Kroos. El teutón configuraba un 3-2-5, inmiscuido en la zaga. El ex de Bayern de Múnich, tenía por delante a los dos interiores (Kovacic e Isco), los extremos se centralizaban para dar más proyección a los laterales cuya intención era finalizar de clásicos wings. Kovacic también actuaba como primer pase a modo alternativa. Sin embargo este juego con los minutos se fue diluyendo y el crecimiento del elenco canario opacaba a los blancos. Como prototipo de su juego y la insistente búsqueda del gol, los tres centrocampistas iban rotando su posición, al igual que Cristiano y Morata quienes también finalizaban de doble '9' para dar lugar a un 4-2-4 con la posible llegada de los laterales. Los interiores circulaban por los extremos para generar una opción de pared y provocar el dos contra uno. Isco fue más propenso a la derecha y Kovacic en la izquierda. 

Kroos la opción para salir jugando. Fuente: Lapizarradelmister.es
Kroos la opción para salir jugando. Fuente: Lapizarradelmister.es

El Real Madrid terminó siendo víctima de sus dos armas más temibles: los contragolpes y los espacios libres. Desde la primera parte, Jonathan Viera llegaba como segunda línea para explotar las espaldas del doble eje y filtrar pases a contramano de los centrales o los laterales. Allí en el uno a uno era pan fresco para los extremos hambrientos en el desnivel del uno versus uno, para encaminarse hacia el área con diagonales hacia adentro. Jesé Rodríguez causó estragos ubicándose en los dos extremos como así también en el último tramo del partido arrancando de falso '9' con punzadas del centro a las bandas. En ese sprint final muy característico a él, con el balón pegado al pie e indomable frente a marcajes individuales dejaba en ridículo a cuanto contrincante se le presentara. Kevin Prince Boateng fue hostil para la zaga, debido a su capacidad de colocarse en los extremos y sin ocupar una posición fija le permitía a los hombres de más atrás (Tana, Viera, Jesé) encarrilarse hacia la portería de Navas.

La reacción de Bale, el detonante

La expulsión de Gareth Bale a falta de prácticamente un tiempo, lo empeoró todo. El Madrid se expuso más al juego asociado de Las Palmas que seguía en una dinámica sobresaliente. También al quedarse con nueve hombres de campo, Álvaro Morata que estaba de '9' pasó a desempeñarse como extremo izquierdo y Cristiano ocupó el ariete. Así perdió peso ofensivo el ex de la Juventus de Turín y Cristiano se vio absorbido por la marca canaria. Entonces el 4-2-3 obligó a Zidane. El galo mandó al campo a Lucas Vázquez un volante que también puede cumplir la función de extremo, recuperador, etc. El desgaste de un medio nulo en los blancos, produjo los ingresos de James Rodríguez y Karim Benzema

Si los merengues arrancaron el partido con un equipo ofensivo, tras los cambios fueron más ambiciosos aún. Pero acumular futbolistas en ataque apareja dos circunstancias: un desequilibrio atrás (que siguió) y sin asociación el juego se ausenta. Tales factores se propagaron en la segunda etapa. La carencia más notoria del equipo madrileño, sin un sustento colectivo. Presentaba individualidades destacadas que no funcionaron a nivel grupal. En cambio su rival, el representativo amarillo se sintió más equipo, compaginándose entre sí y explotando al máximo las debilidades del local.

Las segundas líneas, un problema para el Madrid. Foto: Daniel Nieto-VAVEL-.
Las segundas líneas, un problema para el Madrid. Foto: Daniel Nieto-VAVEL-.

Convertir goles de penalti o a balón parado en movimiento, cuando frecuenta se transforma en una falencia. En los últimos partidos este dispositivo de juego se reitera para los de Madrid. Caravajal y Marcelo se han convertido en extremos perfectos para cumplir esta función. Muestras de que el Madrid no le encontraba la vuelta fue el triple nueve que diagramó en los últimos minutos: Benzema, Cristiano y Ramos, con los laterales en el extremo, James de lanzador y Kroos más cercano a la defensiva que a la creación. Con el Eibar en su salsa y el cuadro merengue sin solidez, Mendilibar ya sabe por dónde lastimar a los de la capital para escribir el capítulo más dorado del conjunto eibarrés.