La Sociedad Deportiva Eibar buscará este sábado a las 13:00 horas dar vida a su sueño de entrar en Europa. Visita el Estadio de la Cerámica con la intención de doblegar a un rival que tiene a tiro en su lucha: el Villarreal de Fran Escribá.

El 'Submarino Amarillo' va a tener, al jugar como local, la obligación de llevar la iniciativa del partido y eso lo podrá aprovechar el Eibar saliendo rápido en las contras, ya que el Villarreal se vuelca mucho en ataque. Se trata de un rival muy completo en todas las líneas.

El 4-4-2 es su dibujo más habitual, aunque Escribá también ha optado por el 4-2-3-1 en alguna ocasión. El objetivo es dar respaldo a los ataques desde la banda; Roberto Soriano y Jonathan dos Santos suelen jugar de extremos. Mención especial merece Samu Castillejo, que está cuajando una soberbia temporada en la banda derecha. El exjugador del Málaga se ha asentado en el once titular gracias a su desborde y a una capacidad de regate portentosa. Es electricidad hecha fútbol.

La zona media del equipo no se queda atrás. En términos de calidad hay que destacar a Manuel Trigueros, que ha explotado en la presente campaña. Con él como dueño y señor de la medular amarilla, acompañado del siempre fiable Bruno Soriano, el Villarreal se gusta con el balón en su poder. Trigueros es una amenaza constante porque también suma en ataque: tiene un gran disparo desde fuera del área y llegada por sorpresa desde atrás, por lo que sirve de alternativa ante defensas muy cerradas.

Hay algo en lo que el Villarreal destaca, algo que lo hace único: La insignia de este 'Submarino' es la defensa. El equipo amarillo es el menos goleado de esta Liga, pues solo ha encajado 20 tantos. Ni siquiera el Atlético de Madrid (con 23) le hace frente en la faceta defensiva. La clave está en el oficio de sus zagueros que, sin adornos, cumplen su función con un tino milimétrico. A falta de Víctor Ruiz, que es baja por sanción, probablemente veamos contra el Eibar a Jaume Costa en banda izquierda; a Álvaro González; al argentino Mateo Musacchio, su central más destacado; y a Mario Gaspar, el dueño sin discusión del lateral derecho.

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