Actualmente, los árbitros son mirados con lupa en la Liga Santander. Con la nueva medida del videoarbitraje, implantado en los partidos de selecciones, cada vez que los colegiados se equivocan en liga, se ponen en duda los tres puntos conseguidos por el equipo beneficiado por las decisiones arbitrales, y son muchos los que piden que se implante el videoarbitraje también en liga, para dotar a la competición de mayor equidad y justicia. 

En el pasado encuentro que disputó el Eibar, concretamente, el pasado uno de abril, en el Estadio de la Cerámica, ante el Villarreal. El conjunto armero se hizo con la victoria por 2-3 y pasó algo parecido. De hecho, varios medios justificaron la victoria del Eibar con la ausencia del VAR o videoarbitraje. 

El equipo de Mendilibar comenzó perdiendo por un gol de Roberto Soriano y en los primeros compases, el submarino amarillo estaba siendo ligeramente superior a los armeros. Todo cambió cuando Kike García, quién desquició a los centrales rivales durante todo el encuentro, se dejó caer en el área rival sin apenas haber contacto. El árbitro Ocón Arráiz señaló penalti, lo que sería el 1-1 después de que lo transformase Pedro León. Esto encendió y sacó del partido a varios jugadores del Villarreal, aunque siguieron intentado llevarse el partido.

Ya en la segunda parte, una internada del Villarreal por banda derecha, terminó con un centro dentro del área de Mario Gaspar, que claramente y con el árbitro a escasos metros, pego en la mano de Lejeune. El colegiado esta vez, no señaló penalti y los jugadores del Villarreal fueron a comerse al árbitro en cuanto pudieron, ya que no se lo podían ni creer. Finalmente, lo que todos ya sabemos, el submarino amarillo, más centrado en las polémicas que en el fútbol, acabó perdiendo el encuentro por los posteriores goles de Kike García e Inui. Roberto Soriano volvió a marcar lo que significaría el 2-3 final. 

Está claro que el colegiado se equivocó en dos acciones muy importantes del encuentro y que esas decisiones terminaron beneficiando al conjunto armero al término de los 90 minutos, pero mientras no esté el VAR instalado, que se siga hablando los fines de semana y los lunes de la polémica en el bar, en el de verdad. Que los delanteros pillos, como lo fue esta vez Kike García, sigan haciendo de las suyas, peleando de todas las maneras y desquiciando a los defensas rivales para llevarse los tres puntos. Que los goles puedan ser celebrados con euforia total sin el miedo a que desde una pantalla te lo vayan a anular. Que los equipos sigan planteando duelos psicológicos cuando se den este tipo de polémicas. Que el fútbol siga siendo fútbol. 

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Sobre el autor
Peru Olazabal
Apasionado del fútbol y del deporte en general. Redactor en la sección del Eibar de VAVEL.com. Dirijo y escribo en mi propio blog, Euskoliga.