Eibar y Atheltic se verán las caras el próximo lunes con un objetivo claro entre ceja y ceja: Europa. Los leones están séptimos con cuatro puntos por debajo del Villarreal y a dos de la Real Sociedad que es el último equipo que cierra las plazas europeas, mientras que los armeros quieren recortar distancias con su siguiente rival para acercarse aún más a las zonas de privilegio. Para eso, tendrán que parar al que quizás sea el mejor goleador español Aritz Aduriz. En caso de que el Eibar se llevase la victoria quedarían empatados a puntos (53).

El curioso caso de Aduriz

Teóricamente cuándo un jugador está cerca de su retirada futbolística su forma física y presencia en el equipo sobre todo se ven disminuidos para poder dar entrada a los jóvenes que vienen por delante y dosificarse en sus últimos años de carrera como jugador de fútbol; sin embargo, Aritz Aduriz es como si se tratara de Benjamin Button, actor principal del libro "El curioso caso de Benjamin Button" en el que como más tiempo pasaba más joven se volvía. Algo totalmente inhumano.

El delantero vasco está demostrando ser uno de los mejores delanteros de La Liga Santander con la edad de 36 años. No es nada habitual ver a un jugador que después de tantos años jugando haya explotado en sus últimos años de carrera futbolística. Sus 14 goles de esta temporada hacen que sea el máximo realizador del equipo por quinta temporada consecutiva en su segunda etapa al club vasco.

En los 26 partidos que ha jugado este año, 22 de titular, visto puerta 14 veces y ha repartido una asistencia. El carácter y su juego sucio en diversas facetas del juego son unos de los principales factores para que haya visto nueve tarjetas amarillas y una roja.

El ataque "león" no solo se basa en Aduriz

Cierto es que el de San Sebastián es el máximo referente en el ataque del Athletic pero su juego va muy condicionado por sus compañeros en ataque. Jugadores como Muniain, Williams o Raúl García hacen que cada partido sea un dolor de cabeza para la zaga rival. La potencia y capacidad de desborde de Iñaki, la agilidad de Muniain, las segundas llegadas de Raúl García y la habilidad goleadora de Aduriz hacen del Bilbao un equipo temible para cualquier equipo.