Takashi Inui superó contra el Athletic Club de Bilbao la barrera de los 50 partidos en Liga, algo más que notable teniendo en cuenta la dificultad de la mayoría de futbolistas asiáticos para triunfar en la Primera División española.

Solo Javad Nekounam ha jugado más partidos que Inui en el campeonato doméstico. El internacional iraní, muy querido en Pamplona, se enfundó la elástica de Osasuna en 2006 y estuvo presente en 135 partidos, en los cuales marcó 24 goles. Ningún jugador asiático ha tenido hasta ahora tal repercusión en nuestro país.

Inui, rara avis

Lo intentó Lee Chung-Soo, el “Beckham coreano” de la Real Sociedad; probó suerte en el Espanyol el mediático Shunsuke Nakamura; de Teerasil Dangda, que llegó a estar a prueba incluso en el Atlético de Madrid, se hablaban maravillas en su Tailandia natal. Así hasta el más reciente: Kiyotake, que prometía mucho en sus primeros partidos con el Sevilla y acabó regresando a su tierra en el mercado de fichajes de invierno. Ninguno de ellos logró tener la regularidad ni la importancia para su equipo que ha demostrado Takashi Inui.

Un extremo clásico

Sin el cartel de estrella colgado a su espalda, el extremo japonés aterrizó en España procedente del Eintracht de Frankfurt el 26 de agosto de 2015 y puso rumbo a una Sociedad Deportiva Eibar en la que sigue dejando huella gracias a su técnica, su velocidad y su habilidad para marcharse de los rivales y poner buenos centros.

Además, ha demostrado que sabe sorprender con diagonales interiores y colarse entre los defensores por el centro para acabar creando mucho peligro. Su único y decisivo gol en esta temporada lo marcó frente al Villarreal tras un gran robo de balón y una vertiginosa conducción que le dejó solo en el borde del área; Inui remató esa faena con un zapatazo a la escuadra.