Un partido más para la emoción y la guinda del postre le aguarda a la Sociedad Deportiva Eibar. El representativo azulgrana sin propósito alguno más que el de afianzarse en la octava plaza y el de rendir un emotivo partido despedida a dos de sus puntales. Antonio Luna y Adrián González disputarán su último cotejo de la temporada en el Estadio municipal de Ipurúa (domingo a las 20:00 horas), cuando los de José Luis Mendilibar se enfrenten al Real Sporting de Gijón. Este último tiene las horas contadas en la Primera División, ya que a falta de dos jornadas cinco puntos le separan de la salvación por lo que un resultado adverso supondría un nuevo descenso.

Un dilema: ¿4-2-3-1 o 4-4-2?

La gran incógnita para el entrenador blaugrana a lo largo de la temporada fue sobre qué sistema de juego basarse. Tanto el 4-4-2 como el 4-2-3-1 le trajeron un rédito fructífero al de Zaldívar. Pensándolo a modo frío y dependiendo del objetivo, si el míster propugna por un juego directo y a las segundas opciones, intentando aprovechar el desborde para la definición, un estilo más pragmático se encaminará en el 4-4-2. Pero si apuesta a un Eibar más osado, protagónico y  de juego con amplitud en el campo, con laterales en combinaciones junto a los extremos, interiores llegando al área, el delantero centro estacionándose a la banda, aquí el rol lo adquiere el 4-2-3-1.

Un milagro separa al Sporting de la salvación. Foto: Fran Santiago-VAVEL-.
Un milagro separa al Sporting de la salvación. Foto: Fran Santiago-VAVEL-.

Dos intérpretes signan uno u otro formato de juego: Kike García para un doble '9', en el que primaron los resultados y la efectividad sobre el juego. El delantero centro se complementó recientemente a las mil maravillas con Enrich, pero el funcionamiento a nivel global fue decreciendo en el 4-4-2. Por el contrario con Adrián González, los eibarreses encontraron un socio que funcionaba de nexo delante de la zona de máquinas para conectar con Enrich o abrir a bandas, tanto a merced de Pedro León o Takashi Inui. Incluso el mote de indescifrable le permitió al de Madrid un desempeño en todas las posiciones del medio campo/delantera: doble pivote, interior, mediocentro ofensivo, falso extremo y delantero centro, entre otros. 

La mirada al arco contrario

Los azulgranas y rojiblancos, suelen ser dos equipos que gracias a la propuesta ofensiva de sus entrenadores buscan doblegar a sus contrincantes mediante una presión hostil. En ese denominado duelo de intensidades, el equipo que salga más certero en el primer pase logrará hacerse con un grueso de la partida táctica. Como alternativa el Eibar baraja con más eficacia el juego directo que el Sporting. Sus dos delanteros (Enrich-Kike) funcionan sin complejos de espaldas, desprendiéndose de su zona de influencia para generar el espacio. Mientras tanto los sportinguistas no encuentran su mejor versión lanzando balones a Cop, ya que enfrente tanto Iván Ramis como Florian Lejeune destacan en el juego aéreo. Igualmente Jorge Meré y Jean Babin, por lo que el juego directo no supondría una solución sino un problema. 

Un partido especial para Adrián. Foto: Ángel Ezkurra-VAVEL-.
Un partido especial para Adrián. Foto: Ángel Ezkurra-VAVEL-.

Uno de los factores claves por los que se desprende la resolución del partido, los laterales y la conformación de tándems en el tercio superior. Un verdadero duelo de motoristas se observará en el ala derecha de la defensa armera e izquierda del ataque rojiblanco: Ander Capa frente a Roberto Canella, al igual que dos extremos sumamente desequilibrantes: Pedro León y Burgui. Por ello quien se desenvuelva con más claridad en la sucesión de pases y aproveche las espaldas del contrincante, tendrá opciones de llegar a portería. Del mismo modo en el otro costado: David Juncà y Takashi Inui, frente a Douglas y Carlos Carmona.

El juego interior, sustancial 

Ambos equipos reúnen a centrocampistas de buen pie: Dani García, Gonzalo Escalante y Adrián por el lado del elenco eibarrés, Mikel Vesga y Moi Gomez de parte de los asturianos. En ese juego de posesiones, la debilidad más notoria de los dos radica en cómo se sobreponen sin el balón. Incluso más el Sporting dejó en claro que sin el cuero es muy vulnerable, el Eibar sabe sufrir. Asimismo los repliegues, en la configuración del mismo el elenco armero cierra efectivamente las bandas con los mediapuntas (Pedro León e Inui) reforzados mediante los ejes. El Sporting también pero en menor medida porque hombres como Burgui, Carmona o Moi no completan un recorrido a tiempo por lo que el dos contra uno resulta evidente ante la proyección del lateral rival. Se ha visto en más de una oportunidad cuando la UD generó peligro a través de David Simón o Dani Castellano/Hélder Lopes. 

Escalante ha demostrado que sabe llegar a gol. Foto: Ángel Ezkurra-VAVEL-.
Escalante ha demostrado que sabe llegar a gol. Foto: Ángel Ezkurra-VAVEL-.

La pelota parada juega otro rol importante. El Eibar cuenta con un potencial aéreo sobresaliente: Ramis, Lejeune, Escalante, Enrich, Kike y Adrián entre otros. Para colmo posee un golpeador de balón envidiable: Pedro León. El murciano es capaz de colocar el balón a merced de los cabeceadores. Las jugadas de estrategia con cortina mediante o para el remate le han dado resultado al representativo vasco. Mientras tanto el Sporting no se halla exento: Babin, Meré, Cop y Lacina Traoré

Abastecimiento de la delantera

En fútbol no es más ofensivo quien tiene más delanteros. Resulta infructuoso un conjunto que posee cuatro o cinco delanteros, si no tiene a nadie que los asista o deje en condiciones propicias de cara a la portería. Por ello, es sustancial hallar mecanismos de asociación que permitan conexiones hilvanadas. Pedro León, Adrián e Inui son el nexo fundamental para delanteros de la talla de Enrich o Kike García que viven del gol y necesitan de un guía que les lleve a buen puerto.

Mendilibar buscará asegurar la octava plaza. Foto: Daniel Nieto-VAVEL-.
Mendilibar buscará asegurar la octava plaza. Foto: Daniel Nieto-VAVEL-.

Estos echan el ancla cuando ven tierra, pero requieren de la colaboración del colectivo para empujar, remar y definir. La pelota debe de salir prolija de atrás, pasar hacia los pivotes y en forma prudente. Quizás es más sencillo jugarla largo de atrás pero así como va puede venir, por lo que si un equipo juega bien tendrá más posibilidades de ganar. Aunque en el fútbol no se admiten lógicas, puede que el más mezquino se haga del partido con una jugada asilada a la contra. Observaremos hacia qué estilo se decanta Mendilibar: el del buen juego o pragmatismo. Y Rubí, ¿por cuál apostará? El domingo deberá arriesgar para no sucumbir a un barco que  tiene agua por las ventanas.