Los balances de cierre en cada temporada, funcionan como un arma de doble filo con dos perspectivas marcadas: un estigma positivo con aquellas apuestas que salen como uno esperaba y el negativo mediante incorporaciones desapercibidas o infructuosas. En el bando de los primeros se encuentra en la Sociedad Deportiva Eibar, Yoel Rodríguez. El meta que llegó procedente del Valencia en calidad de cedido en julio último, cumplió una campaña más que aceptable en rendimientos más que números. 

Su debut oficial con la elástica blaugrana se dio de manera repentina ya que en la jornada tres de Liga (Granada), Asier Riesgo cometía una entrada a destiempo ante Ezequiel Ponce en el 32 de partido y consecuencia de ello el experimentado arquero navarro se iba expulsado. En consecuencia, el guardavalla suplente saltó al terreno de juego del Nuevo Los Cármenes reemplazando a Jota Peleteiro. En esos primeros compases vestido de armero, lo festejó con una victoria a domicilio producto del gol convertido in extremis por Sergi Enrich. A posteriori se le presentaba la primera oportunidad desde el arranque, frente al Sevilla en la fecha siguiente en el Estadio municipal de Ipurúa.

Estreno desafortunado en Ipurúa

Sin embargo la posibilidad se le presentó 45 minutos hasta que el arquero de 28 años salía de los límites del área mayor y derribaba a Joaquín Correa, en una situación similar a la expulsión de Riesgo lo que provocó el cartón de color rojo y por ende el ingreso del meta Markel Areitio. De esta manera se perdía una chance de responder al entrenador la confianza depositada con la titularidad. Luego de cumplida la fecha de suspensión, Riesgo retornó a la titularidad ante Málaga (jornada cinco). Asimismo el ex de Osasuna, acaparó el puesto de titular de manera interrumpida hasta el 4 de diciembre (Athletic Club, jornada 14) día en que sufrió una contusión en la nalga derecha y provocaba su ausencia después de tres meses. 

En efecto, Yoel regresó al titular frente al Deportivo Alavés. Cabe recordar que, anteriormente, el nacido en Vigo había atajado en el partido de ida de la Copa del Rey (dieciseisavos de final) contra el Real Sporting de Gijón. Es decir, hasta el final de año se mantuvo firme en el inicial del Eibar durante cuatro encuentros (dos de Copa y Liga). Esta situación se repitió hasta el 15 de enero (Sporting en Liga), en donde Mendilibar decidió quitarle tras cinco encuentros en el inicial porque Riesgo había dejado atrás una lesión. En esta oportunidad la suerte estuvo del lado de Yoel: Asier se volvió a lesionar y en ese mismo partido el ex del Valencia gozaba de minutos. 

Este partido marcó ostensiblemente el futuro de ambos: el de Riesgo en la meseta de las lesiones y para Yoel el puntapié de un crecimiento que se confirmaba en ascenso. El joven portero eibarrés, a medida que pasaban los partidos se mostraba cada vez más suelto y con una personalidad envidiable bajo los tres palos. Ello produjo que el míster confiara en el ex del Rayo bajo portería. Fue dueño del pórtico armero hasta la visita al Mendizorroza en los últimos compases de Liga (jornada 34) y asimismo la fortuna estuvo de su lado con una nueva expulsión para Riesgo. Del mismo modo no estuvo ante el Sporting (jornada 37).

El Camp Nou, punto álgido 

Por el contrario, en cada encuentro demostraba porqué era el arquero titular y sin dudas, su partido culmine ocurrió en la última fecha liguera. A cada arremetida por parte de Luis Suárez, Yoel respondió de forma inmutable e incluso se dio el lujo de desviarle un penalti a Leo Messi y a punto de contenerle otro. Decididamente este balance que fue creciendo de modo exponencial, llevó a la directiva armera a optar por la compra del pase de Rodríguez quien al cierre del mes de mayo firmó su primer vínculo oficial con el Eibar durante las siguientes dos temporadas. En resumen un total de 30 partidos disputó Yoel (27 como titular y 2567 minutos) que lo catalogan como el sexto jugador más utilizado en Liga detrás de Dani García, Pedro León, Florian Lejeune, Sergi Enrich y Ander Capa, entre uno de los baluartes de los guipuzcoanos.