Llega una vez más. Era imposible de imaginar no hace muchos años atrás, que se llegaría a esta situación en Eibar. Pero ha llegado. Se dispone la SD Eibar a dar arranque a su cuarta temporada en la élite, en la que es su primera travesía por la primera división, que está deparando toda clase de alegrías e ilusiones. Tras quedar en la zona noble -mas no llegar a Europa- y por tanto superar, de largo además, las expectativas, se vuelve a arrancar con nuevamenente en la cabeza el objetivo claro e intocable de salvarse, al que aspiran la mayoría de los conjuntos de la categoría.

Y el primer rival del año no será otro que el Málaga, hipotético rival por la permanencia, aunque no es uno de los que más papeletas aparenta tener para descender. Se han reforzado de un modo interesante en el mercado, destacando la inclusión de un viejo conocido en Ipurua, Borja Bastón, en el equipo. El atacante madrileño militó cedido durante una temporada en el Eibar, donde demostró su calidad y capacidad goleadora, pues anotó 18 goles que valieron para dejar a los eibarreses en la élite. Esto, antes de poner rumbo a la Premier, al Swansea, donde coincidiría con Fernando Llorente. Allí no cuajó, y tras quedar su equipo al borde del descenso, regresó a España, mientras otro codiciado español como es Roque Mesa llegaba justamente a su ya ex equipo, para unirse a las filas del Málaga, donde coincide ahora con Keko y Adrián, dos ex del Eibar.

Se trata de un jugador completo, relativamente rápido y con buen golpeo. También se desenvuelve bien en el juego aéreo, así como es capaz de aguantar el balón para oxigenar la salida de sus compañeros. Cierto es que lleva sin anotar desde el octubre del año pasado, mas ha sido por la falta de continuidad que ha vivido en el conjunto galés, donde Llorente se reconcilió con el fútbol, y especialmente con los goles. Es todo un killer al que deberá estar muy atento la zaga armera, pues se trata este de un duelo directo que no se puede permitir perder. No hay nada como empezar puntuando, y más fuera de casa, donde se espera que los armeros obtengan menos puntos que como local.