Dos equipos, dos esquemas y, sobre todo, dos ideas. Vasco y cántabro no comparten esquema, ni mucho menos idea de fútbol. Son de ideas diferentes y eso es un aliciente para el duelo entre Eibar y Betis. Un motivo que hace del partido del lunes, un encuentro más interesante. Un duelo que será digno de análisis en cuanto a planteamientos se refiere. 

Encuentre las siete diferencias

José Luis Mendilibar y su jauría, por un lado. Quique Setién y sus jugones, por otro. No se asemejan en prácticamente nada. Para empezar, la formación de unos y otros es completamente distinta. Mendilibar es partidario de guardarse las espaldas con 5 defensores y tener dos puntas, además de complementar el esquema con un creador y dos pivotes. Ni más ni menos que, el 5-2-1-2 visto en Anoeta. Un esquema que muestra lo que es Mendilibar y su mentalidad.

Por el contrario, Quique Setién es un amante del fútbol vistoso, y es por ello que, necesita una formación que le permita practicar ese fútbol. Cuatro zagueros son suficientes para el técnico cántabro; la medular la componen un pivote y dos interiores; y por último, dos extremos bien abiertos acompañan al nueve; al ariete; al jugador más adelantado. El esquema 4-1-4-1 o el propio 4-3-3 hacen posible que la idea de Setién se vea sobre el verde.

En el aspecto ofensivo, los vascos tienen como mayor arma la velocidad y el juego aéreo, mientras que los andaluces apuestan por el ataque posicional para acercarse con peligro a la meta rival. Unos, buscan constantemente las bandas para poder colgar algún centro, mientras que los otros, comienzan construyendo la jugada desde atrás y sin moverse demasiado de la zona. Llegan al área a base de pases.

En cuanto al aspecto defensivo se trata; el Eibar parece estar más trabajado, pero el arranque liguero del cuadro armero confirma lo contrario. Los despistes defensivos están siendo realmente perjudiciales para los eibarreses. Sin ir más lejos, en Anoeta se vieron superados por alto y en velocidad. Queda mucho trabajo por hacer a nivel deportivo e institucional; en los entrenamientos y en los despachos.

En la línea defensiva bética, estamos viendo a los mismos cuatro: Barragán, Mandi, Amat y Tosca. A los que se les suelen sumar en labores defensivas José García y Andrés Guardado. No han recibido grandes goleadas y eso habla bien de la zaga de Heliópolis. Mandi y Amat están concentrados y rara vez cometen errores en su campo. Se muestran firmes y resolutivos a la hora de sacar el cuero, y ambos cuentan con la zancada suficiente como desbaratar las contras rivales.

A priori, viendo la idea de fútbol de cada uno; es evidente que, el dominio y buen juego correrán a cargo de los de Setién, mientras que los de Mendilibar tendrán que esperar a algún balón muerto en la medular para poder sacar sus armas y hacer daño a la contra.

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Joseba Ormazabal Fernández
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