De titular a suplente y de suplente a titular. Le ha sucedido de todo a  David Juncà en 2017. El lateral catalán ha vivido su segundo año en la institución vasca y cuando ha sido de la partida no lo ha hecho nada mal. Por unos motivos u otros, nunca ha llegado a ser indiscutible y este último año tampoco lo ha logrado.

El año no comenzó de la mejor manera para Juncà. 12 de enero; Eibar - Osasuna; Estadio de Ipurua. El lateral izquierdo se lesionó al comienzo del partido contra Osasuna. Juncá patinó en la zona más resbaladiza del terreno de juego azulgrana, el más cercano a los banquillos, y tuvo que ser sustituido en el minuto once por Pedro León, retirándose del césped cojeando y con la ayuda de dos compañeros.

El catalán sufrió un esguince del tobillo izquierdo grado II, según el parte médico facilitado por los servicios médicos del club eibarrés. Al jugador, que notó un chasquido cuando patinó y se torció el tobillo, se le sometió a una radiografía que descartó una lesión ósea en la articulación, lo que hubiera sido más grave.

Recuperado pero sin sitio

Una vez recuperado de la lesión, se encontró con un fijo delante suya, Antonio Luna. El lateral sevillano le sacó ventaja en el tiempo que estuvo fuera de los terrenos de juego, haciéndose dueño del carril izquierdo. Y así fue gran parte de la temporada, por no decir toda. De vez en cuando; muy de vez en cuando, el catalán era puesto en liza desde el inicio, pero no era algo habitual.  La confianza de Mendilibar estaba depositada sobre el ya mencionado Luna, y la posibilidad de ser titular asiduamente sonaba a utopía, como si de algo desorbitado se tratara.

¡Adiós Luna! ¡Hola titularidad!

Eso era lo que pensaría el propio jugador con la marcha de Antonio Luna al Levante UD. El sevillano hizo las maletas rumbo a la Comunidad Valenciana, dejando a David como único lateral izquierdo de la plantilla. Sin embargo, Fran Garagarza movió ficha y logró hacerse con los servicios de José Ángel Cote. La competencia era mayor incluso. Había llegado un lateral con galones al Eibar y las cosas se le complicaban aún más a Juncà. Los pronósticos acabaron cumplíendose, José Ángel comenzó a jugar como titular. El lateral izquierdo era del asturiano y Juncà aguardaba, estaba a la espera de una oportunidad, trabajando en la sombra. Finalmente, la paciencia y perseverancia tuvieron premio.

Punto de inflexión

El Eibar visitaba el Camp Nou, un estadio siempre complicado en el que ganar es una auténtica heroicidad. Allí, en Cataluña, en su tierra, fue donde el catalán volvió al once. A pesar de salir goleados por 6-1, el lateral salió victorioso de aquel choque a nivel individual. El único tanto armero fue obra de Sergi Enrich, ¿y a qué no acertáis quién fue el encargado de asistir al balear? Exacto. David Juncà, protagonista en los onces de Mendilibar desde entonces. A raíz de aquel encuentro, el ex del Girona fue cobrando mayor importancia y se hizo con el puesto, arrebatándoselo a José Ángel Cote. Pero nada es para siempre, y menos en un mundo como el del fútbol, donde apenas se recuerdan los méritos de unos y de otros y donde hay tanta dependencia en las rachas y estados de forma de los equipos y jugadores. 

Es verdad que, en las últimas jornadas del año 2017, Cote recuperó lo que empezó siendo suyo, relegando a Juncà a la banca. Banquillo del que tratará de salir este año 2018, para poder consagrarse como titular indiscutible en lo que resta de temporada.