En el Eibar de Mendilibar hay un jugador que no ha contado con demasiado protagonismo. Hay más, pero en este caso vamos a hablar de Rubén Peña. El extremo ha tenido sus oportunidades en este presente año, pero ni la suerte ni los minutos le han acompañado. Y es que el de Ávila ha tenido un papel de revulsivo, más que de titular, en comparación con otros jugadores de la plantilla armera.

Comenzó el año con alguna que otra aparición en algún que otro encuentro, pero sin pasar de los 25 minutos sobre el verde. Fue ante el Valencia cuando jugó su primer encuentro como titular. No fue el más destacado, aunque tampoco lo hizo mal, pero no fue suficiente para que Mendilibar contase con él de inicio en el siguiente encuentro ante el Granada.

Estamos hablando de LaLiga, pues en Copa sí disputó por completo la ida y la vuelta ante el Osasuna y ante el Atlético de Madrid, donde dio dos asistencias respectivamente. Volviendo a la competición liguera, el extremo volvió a ser titular ante el Sevilla. Partido complicado. No fue su encuentro, ni el del Eibar, que cayó ante los hispalenses. Tras un partido de suplencia, fue titular ante la Real Sociedad y ante el Real Madrid. Estos dos encuentros fueron su condena, tras un empate y una derrota, pese a marcar un gol ante los blancos, Rubén Peña no volvería a ser titular hasta el último partido de Liga, de nuevo, un partido más que complicado en el que los armeros cayeron goleados contra el Fútbol Club Barcelona. 

Ahí terminó un año difícil, su papel había quedado en un segundo plano y lo importante era aprovechar las oportunidades brindadas por Mendilibar. No terminó de hacerlo, no convenció, y lo que no se esperaba era que la siguiente temporada iba a ser hasta peor que la anterior.

Y aún se lo esperaba menos cuando fue titular ante el Málaga en el primer partido de liga, previamente había sonado para reforzar el Leganés. Su equipo consiguió el triunfo y su papel parecía volver a ser importante, hasta que en el descanso ante el Athletic fue sustituido. Muy mal partido, apenas apareció, y eso le volvió a llevar a asumir un papel secundario en el esquema del de Zaldívar.

Volvió a jugar ante el Villarreal como titular, y después jugó tanto la ida como la vuelta de Copa ante el Celta, pero las cosas no salieron bien, y con él en el once el equipo perdió los tres partidos, anotando sólo un gol. Parte de la creación pasaba por él y no fue capaz de crear ocasiones, esto le llevó a quedarse definitivamente en el banquillo.

Y desde entonces, no ha pasado de los veinte minutos por partido en liga, y es que, merecido o no, el jugador ya no cuenta apenas para Mendilibar, que, de los últimos diez encuentros en liga, sólo lo ha sacado al terreno de juego en seis ocasiones, sumando en total en esas seis menos de setenta y cinco minutos.

No ha sido el año de Rubén Peña, su papel de revulsivo, las oportunidades no aprovechadas y su no importancia en el esquema de Mendilibar, han hecho que el extremo no haya tenido un buen 2017. Es más, por Ipurúa se piensa en una posible marcha del jugador a otro equipo, algo lógico con un Alejo en pleno progreso e indiscutible para el entrenador del conjunto eibarrés.

Todo pasa por esperar a ver qué ocurre finalmente con Rubén Peña, que tiene la opción de quedarse y asumir su papel como jugador de segundas partes, o de marcharse a otro equipo donde tenga más oportunidades para jugar como titular, pues aún con sus 26 años, tiene carrera por delante. 

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Sobre el autor
Carlos Falgueras Viana
Estudiante de Bachillerato tecnológico en Málaga. Ex coordinador de Segunda División en TimeJust y redactor del Eibar en Vavel.