Charles Dias es ya todo un veterano de guerra. Luchador como pocos, el ariete nacido en Brasil ha pasado ya por seis equipos del fútbol español. Pontevedra, Córdoba, Celta, Almería, Málaga y ahora Eibar. La primera parte de este año 2017 no fue nada positiva para un futbolista que apenas pudo sumar dos goles. Tras superar una lesión de rodilla que le mantuvo fuera del verde de octubre a enero, el sudamericano encontró su mejor forma en febrero. En el segundo mes del año, consiguió sumar dos dianas ante Villarreal y Las Palmas. Ambas, en jornadas consecutivas. Ello le hizo mantenerse titular hasta finales de marzo. Tras su sanción por acumulación de amarillas en el partido frente al Atlético, su protagonismo cayó en picado.

El punta sumó tan sólo 58 minutos de juego en sus últimos nueve duelos, estando incluso en alguna ocasión sin convocar. Viendo lo poco que contaba en el club de la Costa del Sol, decidió cruzarse la Península, firmando por un Eibar que venía de hacer la mejor temporada de su historia. El acuerdo se produjo a principios de julio de 2017.  De esta forma, el jugador pudo incorporarse a la pretemporada con el resto de sus compañeros. En esos meses de preparación, Charles no pudo brillar especialmente...

De menos a más

Un nuevo año en Primera arrancaba en Ipurua. Su inicio de curso no pudo ser mejor, ya que el primer gol oficial del Eibar llevó su firma. Fue en Málaga y significó además la victoria de su equipo. Pese a ello, su rol fue pasando a un segundo plano, dejando de ser titular en la mayor parte de septiembre. Coincidiendo con la peor versión de juego del club armero, la referencia dejó de contar para Mendilibar durante unos cuantos encuentros. En el Bernabéu, volvió a ser titular tras varios encuentros sin hacerlo. Aunque su equipo perdió 3-0, aquel partido fue un acicate para Charles, que iba a mejorar sus guarismos en breve. La Copa entraba en juego y el Eibar se medía al Celta. Los vigueses vencieron por 1-2 y el delantero no jugó ni un minuto.

Noviembre se iniciaba con una derrota en Anoeta (3-1), que iba a ser el preludio a la recuperación del equipo. Para entonces, el técnico de Zaldíbar decidió cambiar el esquema de un 5-3-2  a un 4-4-2. Decisión que iba a resultar clave en la marcha del bloque eibarrés. El 20 de noviembre de 2017 se produjo una completa metamorfosis en el cuadro vasco. Goleada al Betis por 5-0, en la que Charles tuvo un papel fundamental, anotando el tercer y el cuarto tanto de su equipo. Una semana más tarde, marcó el 0-2 de su equipo en Mendizorroza, para asegurar un nuevo triunfo. Sin embargo, en ese mismo encuentro, fue expulsado por dar una patada a un rival y se perdió los dos siguientes encuentros ligueros. Sí que jugó los 90 en el partido de vuelta ante el Celta, en el que el Eibar pudo incluso pasar, pero falló numerosas ocasiones y acabó mordiendo el polvo (1-0).

Un bloque imparable

Tras retornar de su sanción, participó en dos nuevos duelos. Ambos jugados en Ipurua, ante Valencia y Girona. Y en ambos se llevó el gato al agua el Eibar, conjunto que acumula 16 de los últimos 18 puntos en liza, siendo el más en forma de todo el campeonato. En el último de este año, frente al conjunto de Montilivi, Charles volvió a mojar, logrando su sexta diana de la competición. De esta forma, cerró el curso jugando 695 minutos en Liga, lo que implica un gol cada 114 minutos. Ahora su reto es mejorar sus números en Primera. Su tope en la máxima es de 12 goles. Ya ha hecho la mitad del camino y faltan aún 21 jornadas. Desde luego, lo tiene más cerca que nunca. Veremos si 2018 hace realidad sus deseos.