El Celta de Vigo recibía la visita del Eibar en Balaídos, en un duelo en el que ambos equipos se jugaban tres puntos importantes para impulsarse rumbo a zona europea. Tras una blanda primera parte de los locales, Iago impuso su ley y tiró de un Celta que consiguió ganar.

La seña por excelencia de los armeros fue lo más utilizado por los mismos al comienzo del encuentro. Una presión más que destacada imposibilitó durante los diez primeros minutos que el conjunto celtiña avanzase creando peligro. Sólo algunos coletazos por parte de Iago Aspas impedían que el dominio de los de Mendilibar fuese absoluto.

La presión trajo consigo las ocasiones, y diez minutos después del pitido inicial Charles disparaba un chut algo flojo que acertaba a detener con la mano Rubén Blanco. Las ideas estaban muy claras en la parroquia vasca, sabían lo que hacer y cómo ejecutarlo a la perfección. La misma intensidad provocó también la primera tarjeta del encuentro, que fue mostrada a Diop tras un corte de progresión de Lobotka.

El Celta fue sacudiéndose de la presión, comenzando a ejercer cierto peligro sobre la portería visitante. En el minuto 16', Aspas, lo mejor del Celta, filtraba un pase al que no llegaba por poco Maxi Gómez, mostrándose una vez más muy seguro en la salida Dmitrovic. Pero el ataque local se resumió en minutos, fue un espejismo que pronto volvió a ser dominado por la presión y las combinaciones visitantes.

Tras unos minutos de dominio visitante pero sin incisión en las ocasiones, el Celta volvió a tomar las riendas de las ocasiones. Siempre se mostraron con mucho menos dominio, pero con más peligro en sus acercamientos. Así llegó una muy clara en el minuto 30', cuando Pione mandaba a las nubes una gran combinación culminada por Iago Aspas con un buen pase para el internacional con Dinamarca.

La primera parte moría con un Eibar que lo intentaba, y que tuvo la más clara en las botas del extremo japonés. Inui remataba un gran centro de Cote, que ya no es novedad, pero al pegarle con el interior el balón salía alto, no poniendo en apuros al guardameta local. 

Tras el paso por vestuarios y la salida de Emre Mor, el Celta mordía algo más. Fue el mismo turco el que tuvo la primera ocasión para el conjunto dirigido por Unzué. Las imprecisiones marcaron el arranque de la segunda mitad, un segundo tiempo donde ninguno de los dos equipos pudo hacerse con el control en los minutos iniciales.

Y llegó el tanto, habían apretado los locales progresivamente y apareció el de siempre. Iago Aspas remataba un balón medido desde la izquierda por parte de Emre Mor para adelantar al conjunto local. 

Quizá la noticia más positiva para los armeros en este tramo del encuentro fue la entrada al terreno de juego de Pedro León tras meses de lesión. El murciano regresaba a pisar el césped de un terreno de juego en un encuentro oficial sustituyendo a Alejo.

Los de Mendilibar no terminaban de aprovechar sus ocasiones, y eso les estaba costando caro. Gran balón para Inui que podría haber aprovechado el japonés, pero al cuál, como en la acción que tuvo en la primera parte, se le marchó el balón alto con todo a favor. 

A partir del gol, los locales se centraron en defender, y probablemente pocas veces esta temporada lo hayan hecho tan bien. El conjunto visitante era totalmente estéril en ataque, y los celestes volvieron a marcar en una jugada ensayada. Sergi anotaba de cabeza, pero el banderín había sido levantado por fuera de juego, el marcador continuaba igual. 

Perdonaba el defensor, pero no el '9' del equipo. Maxi Gómez anotaba para meterse en el top 5 de los goles de la Liga Santander tras una asistencia de Hugo Mallo. El Celta conseguía un merecido premio tras lo visto sobre el terreno de juego en el segundo tiempo. 

Finalmente, ni los cambios hicieron reaccionar al Eibar que cayó con la cabeza, esta vez algo baja, en Balaídos. El Celta iguala al conjunto armero en la clasificación y se mete así de lleno en la lucha por los puestos europeos.