Siete días. Es el tiempo que le queda al Elche Club de Fútbol para saldar los cerca de siete millones de euros correspondientes a diversas deudas con los futbolistas del primer equipo. De no conseguir afrontar estos pagos, de los cuales parte podrían ser aplazados pero otros no (entre cuatro y cinco millones), el club ilicitano se vería abocado a un segundo descenso administrativo que podría suponer la desaparición de la entidad.

La situación es límite, pues la gestión del expresidente José Sepulcre ha dejado al club sin prácticamente un euro en las cuentas, y la decisión de la LFP de descender al Elche a 2ª División por las deudas con Hacienda -ratificada tanto por el TAD como por la Audiencia Nacional- ha echado por tierra el plan con el que entró Juan Anguix al Martínez Valero, que consistía en conseguir fondos gracias a la ampliación de capital y a la campaña de abonos.

El presidente del Elche se mostraba tajante el pasado lunes asegurando que “al 100%” el Elche no iba a bajar a la Segunda B. Sin embargo, esta mañana se ha producido una reunión entre el consejo ilicitano y dirigentes de la AFE, que no se han mostrado precisamente optimistas a la salida. En palabras de Luis Gil, gerente de la asociación, la situación del club ilicitano es “muy, muy, muy difícil”. Según ha comentado el ex vicepresidente Daniel Rubio este mediodía en la Cadena COPE, el valenciano estaría buscando conseguir un préstamo personal de cinco millones de euros para intentar salvar el match-ball del próximo viernes.

Paralelamente, el Ayuntamiento de la ciudad reunió también el lunes a una serie de empresarios ilicitanos para intentar conseguir el dinero que salve al club. Al parecer, estos podrían aportar una solución, pero no confían en el actual presidente y pedirían su dimisión para que la entidad fuera comandada por una gestora.

Además, según el diario La Verdad, los patronos Vicente Javaloyes, Vicente Abadía, Jaime Oliver y Antonio Rocamora habrían presentado en el juzgado mercantil de Elche un requerimiento para que se convoque el lunes extraordinariamente al Patronato de la fundación - órgano que cuenta con la mayoría accionarial del club ilicitano – y poder forzar el adiós de Anguix. Sin embargo, la afición no se fía, pues teme que el movimiento de los patronos sea con el interés de frenar la publicación de la auditoría que se puso en marcha nada más producirse el cambio de consejo y que destaparía multitud de delitos cometidos en la etapa de Sepulcre.