Tras el 0-0 de la ida en Cornellà, Depor y Espanyol se volvían a ver las caras con una trayectoria muy distinta, el Deportivo llegaba en claro descenso, mientras que el Espanyol, equipo que se veía con un pie en segunda, quería seguir soñando con un puesto en Europa. Los dos equipos salieron al campo a por el partido, dispuestos a abrir brecha cuanto antes. El choque se presuponía de ida y vuelta, pero con los locales aguardando en la cueva para salir a la contra, como así fue. Tras dos ataques del Espanyol, respondía Riki y compañia. La declaración de intenciones era clara, todo por el todo, nada que perder.

Los de Aguirre saltaron desde el principio más activos, generando peligro con un Sergio García que seguía con el estado de gracia de prácticamente todos los fines de semana. De hecho, el delantero campeón de Europa con España tuvo la primera a los cuatro minutos de partido. Sin embargo, el atrevimiento del Espanyol abrió el partido y lo alocó, permitiendo a los gallegos fabricar alguna jugada con peligro. Zé Castro de chilena empezó a despertar al Deportivo y con el paso de los minutos se hizo dueño y señor del partido. Pizzi tuvo la mejor ocasión para los de Vázquez, pero Christian Álvarez le ganó el mano a mano y la pelota se fue por arriba. 
 
El Deportivo llevaba la iniciativa, y por momentos consiguió que el Espanyol se encerrara atrás y empezara a mandar balones fuera, pero las apariciones de Stuani en zonas de remate hacían que el miedo se metiera en los cuerpos de los aficionados de Riazor. Riki y Pizzi fueron los dos jugadores por parte del Deportivo que más acumularon acercamientos de peligro, pero eso no fue suficiente para recibir el premio del gol en los primeros 45 minutos.
 
Sin goles se llegó al descanso en Riazor, pese a llevar la inciativa, el Depor no dispuso de ocasiones claras de gol, exceptuando el mano a mano que sacó Cristian Álvarez a Pizzi a la media hora de partido. Por su parte el Espanyol se mostró serio y mostró miedo durante algunos momentos del partido. Stuani y Sergio García fueron los más activos por parte del equipo de Aguirre.
 
En el segundo tiempo los pericos siguieron intentándolo pero, en ocasiones la defensa y Aranzubia y en otras el exceso de individualismo, dieron al traste con las opciones de conseguir el empate. Cuando apenas se habian disputado dos minutos de la segunda mitad, Sergio García vio como Silvio sacó un balón que se dirigía a las redes de forma clara. El Espanyol necesitaba muy poco para generar ocaciones claras de gol y el Deportivo justo lo contrario. 
 
Aun así fueron los de Vázquez los que consiguieron adelantarse en el marcador. Bruno Gama sacó un derechazo desde la frontal y la pelota entró como un rayo donde nada pudo hacer el meta argentino. Riazor respiraba por momentos, aunque los de Aguirre pese al gol no bajaron los brazos y buscaron el empate al contragolpe una y otra vez. Corría el minuto 70 de partido cuanto Verdú ingresó dentro del área, tiró, y tuvo que meter la "manopla" Aranzubia para evitar el empate perico.
 
El Deportivo por momentos veía la salvación más cerca, a pesar de que si luego ganaba el Zaragoza al Athletic en La Romareda, volverían a los puestos de descenso. Los de Vázquez jugaban con cinco atrás y pedían el final del partido a gritos, pero cuando Muñiz Fernández indicaba que al partido le quedaban tres minutos, apareció Oliveira para sentenciar el partido, tras una magnífica vaselina en la que poco pudo hacer Cristian. Durante la celebración del gol, en un momento de ira, el portugués mandó a callar a la afición gallega.
 
Finalmente los tres puntos se quedaron en Riazor. Con este resultado el equipo gallego sale del descenso a la espera de que se dispute el partido en La Romareda y suma tres puntos importantes que le permiten seguir luchando por seguir un año más en Primera. Por su parte el Espanyol, dice prácticamente adiós al sueño de jugar en Europa la próxima temporada.