Antonio Raíllo ya es jugador del Mallorca. El joven central cordobés se ha desvinculado del Espanyol tras encontrarse sin sitio en el conjunto de Quique Sánchez Flores. Los cantos de sirena que le ha enviado Javier Recio, actual director deportivo de los baleares y hasta hace poco responsable de captación de talentos en el Espanyol, han sido suficientes para convencer al defensa andaluz. El conjunto periquito no percibirá nada por el traspaso pero se ha reservado el 15% de los derechos del jugador para ingresar dinero en una futura venta.

Raíllo pasó la segunda vuelta de la pasada temporada cedido en las filas de la Ponferradina donde ha sido una pieza clave, a pesar que no pudo evitar el descenso a 2ªB del conjunto del Bierzo. Con los leoneses, el central ha jugado todos los partidos excepto en uno por la polémica que protagonizó con Fabri, por aquel entonces entrenador de la Ponferradina, en la que Raíllo crítico públicamente los planteamientos del técnico. 

El central cordobés llegó al filial del Espanyol procedente del Córdoba B. La temporada pasada, firmaba un contrato para formar parte del primer equipo periquito hasta junio de 2018. Seguidamente, debutó en Primera División como titular en el primer partido de la temporada ante el Getafe y luego contra el Villarreal. Sin embargo, la llegada de Enzo Roco le relegó al banquillo. Con el fichaje de Óscar Duarte en el mercado invernal por parte del club catalán, obligó al andaluz a buscarse una salida. Escuchando la recomendación de Abraham, Antonio Raíllo decidió aceptar la cesión a la Ponferradina.

Raíllo era uno de los jugadores con más proyección de futuro en el Espanyol. Pero la falta de oportunidades dentro del equipo, el nuevo proyecto ilusionante de los periquitos y la dificultad de convencer a Quique Sánchez Flores, son algunos de los motivos por los cuales el central andaluz ha decidido marcharse.