Como si se tratará de la típica oferta que se expone en el apartado de empleos del periódico, el Espanyol está haciendo lo mismo: ofrece un puesto de psicólogo. Tanto es así que el club periquito ya ha contactado con dos profesionales de Barcelona, obteniendo la negativa de ambos. El problema que tiene el club blanquiazul es que no busca una persona que trabaje de forma puntual, sino una persona que trabaje de forma interna y que tenga su propio departamento con la estructura que quiera. Esto crea un problema puesto que el psicólogo debería pasar muchas horas en la Ciudad Deportiva dedicándose, practicamente, a horario completo. 

La búsqueda de este profesional está relacionada con la intención de la directiva de profesionalizar la estructura deportiva y las contínuas peticiones de Quique Sánchez Flores, entrenador perico, de querer cambiar la mentalidad de algunos jugadores y de anteponerse a algunas situaciones de partidos que han condenado a los espanyolistas a perder puntos. Además, el cuerpo técnico, independientemente de los resultados, quiere contar con un psicólogo porque consideran clave el asesoramiento de uno de estos profesionales. 

Quique ya tiene experiencias de contar con un psicólogo en su cuerpo ya que siendo entrenador del Atlético de Madrid puso a disposición de los jugadores un especialista que podían visitar cuando quisieran. Además, últimamente se ha puesto de moda en el mundo del fútbol donde equipos como Barça y Real Madrid cuentan con uno ambos equipos. 

En el Espanyol no sería novedad contar con un psicólogo: en la época de Miguel Ángel Lotina se colaboró con uno y en el Staff de Mauricio Pochettino, durante las dos primeras temporadas, estuvo Feliciano di Blasi, un preparador psicofísico. 

La intención de contar con un psicólogo es otra de las pruebas de la profesionalización que quiere Quique Sánchez Flores en su cuerpo técnico y en la estructura deportiva del Espanyol. El entrenador se encuentra respaldado por Ángel Gómez, director deportivos de la entidad y licenciado en psicología, por lo tanto, conocedor de la importancía de la 'mente de los jugadores' en el fútbol.