Roberto Jiménez ha sido el jugador que ha inaugurado el 2017 en la sala de prensa. El guardameta lo tiene todo de cara para volver a ser titular tras la lesión de Diego López pese a que en la eliminatoria contra el Alcorcón tuvo uno de sus días más negros. El madrileño ha asegurado que la plantilla no quería acabar el año "con una eliminación en la Copa" y espera que sólo fuese un bache que no afecte "la buena dinámica que había cogido el equipo".

El enorme cancerbero periquito ha explicado que el mejor remedio para olvidar la batacazo copera es "empezar el año con una victoria" y dar así "un empujón de cara a la segunda vuelta". Roberto ha hecho especial hincapié en que el Espanyol debe "mantener la línea" y "transmitirle a la gente la tranquilidad de que no se va a cambiar de actitud".

El portero periquito ha confesado que no arrepiente de su fichaje por el Espanyol pese a no disponer de demasiados minutos: "Tomo las decisiones con todas las consecuencias. Quería volver a mi país, estar cerca de mi familia y jugar en la mejor liga del mundo". 

Por último, el portero madrileño se ha sincerado al asegurar que su "ánimo no ha decaído" pese a que no está teniendo "la participación que se esperaba" cuando firmó con el Espanyol. "He notado mucho cariño por parte de la gente y me siento valorado", ha finalizado.