No sería del todo exagerado asegurar que la ilusión con que encaró al Espanyol el nuevo año se ha diluido un poco con el paso de los primeros días de enero. La primera victoria del 2017 se ha hecho esquiva a los de Quique Sánchez Flores, aunque la visita del Granada supone un escenario ideal para ganar tres puntos muy valiosos para suavizar el momento actual por el que atraviesa el conjunto catalán.
La pasada jornada, los periquitos fueron víctimas de un maltrecho Valencia, que logró coger un poco de aire en su lucha por no caer en puestos de descenso. Sin embargo, la intención del bloque periquito es olvidar los últimos fracasos y centrarse en certificar su favoritismo ante los andaluces.
Como reza el viejo adagio, “en la confianza está el peligro”, y el Granada de Lucas Alcaraz se encuentra ávido de sumar puntos en la disputa por salir de la zona roja, con el incentivo de sus más recientes fichajes: el islandés Ingason y el griego Panagiotis Kone. Por ello los catalanes no deben subestimar a una escuadra que preparará con esmero su visita al RCDE Stadium, donde aspira a bloquear con su rocoso esquema de cinco en la zaga la poca fluidez del mediocampo local.
Se avecinan cambios
Tras el tropiezo en predios valencianistas Quique Sánchez Flores ha comenzado a mover su banquillo en aras de erradicar las carencias del equipo en las últimas jornadas. Así, todo parece indicar que el sevillano José Antonio Reyes entrará en el once inicial y se acomodará justo detrás de la delantera. Precisamente, en esa zona es donde el andaluz se ha mostrado más cómodo.
Con este movimiento, probablemente Jurado retrase un poco su posición, asentándose en el doble pivote junto a Javi Fuego, para dejar por las bandas a Pablo Piatti –quien regresa tras su ausencia en Mestalla por la conocida cláusula del miedo- y Hernán Pérez, que acaba de renovar hasta 2020 con el Espanyol.
Donde hay mayor incertidumbre es en la retaguardia. Toda vez que aún no está esclarecida la situación física de Víctor Sánchez y David López. En cualquier caso, Óscar Duarte está listo para jugar y dispuesto a demostrarle al técnico madrileño que puede luchar por la titularidad en el eje de la zaga pese a unas actuaciones discretas.
El Granada llega herido
No es secreto que el Granada es uno de los contrincantes menos fuertes de la Liga, aunque tampoco es un equipo fácil. A pesar de cargar en sus espaldas con el peso de diez derrotas y solo haber disfrutado una victoria en toda la temporada el sistema que propone Alcaraz puede crear problemas a la poca productiva artillería periquita.
Con cinco zagueros en el bando visitante no sería una locura augurar que los andaluces apostarán por un juego al contragolpe, replegándose en su propio campo y esperando el momento preciso para sorprender con velocidad a los defensores del Espanyol. Para ello, cuenta con jugadores muy rápidos y habilidosos que buscarán enloquecer a la defensa blanquiazul. Entre ellos, destacan los talentosos Boga y Kravets, a quienes el Espanyol deberá mantener a raya si no quiere sufrir goles en contra.