Tras concluir el enfrentamiento ante el Granada el pasado sábado, Quique Sánchez Flores resaltó el buen juego del equipo para consumar una victoria que consideró “relativamente plácida”.

El técnico del RCD Espanyol  reconoció que era importante ganar para recuperar sensaciones. Fue esta la primera victoria del equipo en el 2017, tras sufrir una seguidilla de derrotas y empates tras caer en el Camp Nou el pasado 18 de diciembre.

Quique valoró la victoria como relativamente plácida porque hubo un empate: "En cualquier caso, el equipo jugó bien, conectó, tuvo amplitud, hubo centros, disparos y tuvo el control del partido. Estamos contentos por la victoria y por cómo se produjo”.

El entrenador madrileño ha señalado que no es el primer juego en que el equipo rinde a un nivel elevado: “Hemos fluido así en diferentes partidos. Somos un equipo en crecimiento y no tenemos la madurez de hacerlo de manera continuada, pero somos pacientes porque los jugadores entrenan en esa dirección”.

Subrayó, además, que el equipo sigue en busca del próposito marcado antes de iniciar la temporada: “Tenemos un objetivo marcado y queremos estar dentro de él. Queremos que se rebele, que aprenda de sus errores. Queremos ser un equipo combativo que pelea, que lucha y que va consolidando cosas. Esta victoria puede marcar el futuro porque nos permite estar con un bloque de equipos”.

Al referirse al debut de Marc Navarro con el primer equipo, Quique ha hecho énfasis en la calidad del joven: “Percibe las cosas claras y de forma rápida. Tiene buen físico, buena cabeza, entiende bien, golpea duro”. Por último, reveló que José Antonio Reyes le prometió un gol antes de saltar al césped: “Me dijo antes del partido que iba a marcar”, concluyó el avezado entrenador, visiblemente satisfecho ante la buena mitad de temporada consumada por su plantel.