El Espanyol demostró que estaba de celebración por el año nuevo chino con una victoria excelente. Los de Quique Sánchez Flores se batían en duelo con el segundo clasificado, el Sevilla, y a pesar de la dificultad del encuentro, los locales encarrilaron la victoria tan solo empezar el encuentro. Con un jugador menos y con el marcador en contra, el Sevilla logró igualar el partido, pero solo fue cuestión de tiempo que se notara el desgaste físico de los de Sampaoli. Ese factor y el juego exquisito de los blanquiazules, llegó la segunda victoria consecutiva en Cornellà, que les acerca a la zona alta de la clasificación.

Quique Sánchez Flores ha confesado tras ganar 3-1 que antes de empezar el encuentro ya tenía la sensación de que su equipo firmaría "un gran partido", aunque ha mantenido que medirse al equipo andaluz "siempre es difícil, en igualdad o en superioridad".

A pesar de la expulsión de Nico Pareja justo al empezar el encuentro el técnico madrileño ha defendido que "tiene mérito que nuestros jugadores hayan logrado esa acción nada más empezar". Para él, la semana previa al partido ha sido también clave para conseguir la victoria: "El elogio debilita mucho y el rival ha recibido muchos durante la semana".

El preparador madrileño ha asegurado que la receta debe ser la misma que hasta ahora: "Debemos ser conscientes de que si somos humildes llegaremos lejos. Nos llevará tiempo consolidar esta plantilla".

Uno de los goleadores de la tarde, Marc Navarro, se ha llevado grande elogios de su entrenador: "Todo lo que tiene es trabajo y esfuerzo y se merece lo que le pase. Tiene grabado en su mente que esta profesión no es nada fácil, es una maravilla contar con estos jugadores".