Se ha evaporado más de media temporada de la Liga Santander de manera casi imperceptible, similar al agua cuando se escurre entre las manos y uno ni siquiera lo percibe. La jornada 20 ya forma parte de los anaqueles de la historia y ahí está el Espanyol, con los sueños del primer día intactos, rozando Europa con la yema de sus dedos.

No ha sido un período fácil, pero sí placentero. Meses atrás decir que los periquitos lucharían por un objetivo más allá de esquivar el descenso era una ironía. Sin embargo, la irrupción de Chen Yansheng en el club blanquiazul inyectó de emotividad a la presente campaña en la parroquia espanyolista.

Así, con la llegada en el mercado veraniego de figuras que elevaron de forma considerable el nivel de la plantilla y, sobre todo, de un técnico ganador y experimentado como el madrileño Quique Sánchez Flores, se fue moldeando un conjunto que rápidamente ilusionó a la fiel afición perica, ávida de retos mayores tras la infausta campaña anterior, cuando la oscuridad del descenso amenazó con cubrir el césped de Cornellá.

Un inicio complicado

En estas condiciones favorables inició la liga, aunque con una dura visita al Sánchez Pizjuán, en que las ganas no fueron suficientes y el Sevilla triunfó por un abultado 6-4. De ahí en lo adelante la defensa fue un “talón de Aquiles” que Quique debió enmendar, mientras la buena producción de goles salvó algunos desafíos.

Consumados los primeros partidos y superados los traspiés iniciales, el proyecto tomó el rumbo esperado y la zaga blanquiazul- con protagonismo para un rejuvenecido Diego López- pasó de ser un coladero a convertirse en una de las más fiables de la liga. ¿Las claves? La mano de Quique, que trabajó en la fortaleza del bloque defensivo, así como la eficiencia de jugadores polivalentes como David López y Víctor Sánchez, además del joven Aarón.

A partir de la séptima fecha, el conjunto perico comenzó a hilvanar una cadena de partidos invictos que se extendió durante casi tres meses. A pesar de la renuencia del triunfo en casa, la efectividad en partidos de visitantes permitió a los blanquiazules acumular puntos importantes en la lucha por la zona noble de la tabla. De esta forma “cayeron” sonrisas en escenarios complejos como el El Sadar, el Benito Villamarín y Mendizorroza, que apalearon  en cierta medida la seguidilla de armisticios en el feudo espanyolista.

Fue esta una etapa feliz para los periquitos, logrando una excelente conexión con la grada que le abrió las puertas al sueño europeo, hasta aquella nefasta derrota 4-1 en el Camp Nou en que resurgieron viejos fantasmas, pasando por la sorpresiva eliminación copera ante el Alcorcón.

Sin embargo, en la fecha límite de la primera vuelta del torneo, el triunfo se alió nuevamente con los locales en el RCD Espanyol Stadium, para completar una media temporada excelente, en el noveno puesto y con las competencias continentales a solo 5 puntos.

Y el último domingo, el sorprendente Sevilla de Sampaoli fue la víctima de un cuadro más competitivo que nunca, al caer 3-1 en el feudo perico.

Protagonistas de una nueva era

Son muchos quienes le han cambiado al Espanyol la imagen mustia de los últimos años. A los jugadores claves que se mantienen, como Víctor Sánchez, un comodín tanto en lo futbolístico como en lo anímico, y otros como Diop, Hernán Pérez, Javi López o Gerard Moreno- envuelto en una temporada fantástica-, hay que añadir nombres como David López, Javi Fuego, Diego López, Aarón, Marc Roca, Jurado, Baptistao o Piatti, todos con una carga de responsabilidad en el buen andar de la escuadra blanquiazul.

Aun con estas individualidades, la principal fortaleza del plantel es, sin dudas, la disposición de cada uno a aunar sus virtudes con las del resto de los compañeros para traducir en el césped la idea que transmite el entrenador.

Vale resaltar el trabajo de los canteranos, muchos de los cuales han asumido un roll protagónico dentro de la plantilla. Entre ellos Marc Roca se lleva un aplauso especial, aunque también Aarón, Melendo y más recientemente Marc Navarro han respondido positivamente a la confianza depositada por su técnico.

La segunda vuelta es un enigma

En la segunda mitad de la temporada se sabrá si este equipo está en condiciones o no de luchar por posiciones europeas. Algo sí está claro: si los jugadores actúan como hasta ahora, tendrá suficiente material Quique Sánchez Flores para trabajar y formar un bloque fuerte y competitivo de cara a los compromisos cruciales que se avecinan.

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